La natación es una de
las actividades inmanentes al hombre, mas aun en un pueblo como el nuestro,
donde todas las condiciones conducen a una práctica natural de este deporte,
porque en Huánuco, desde antes que hubieran piscinas, no había huanuqueño que
no supiera nadar.
Eso, no es patrimonio
de la ciudad, el hombre en todo lugar practica la natación. En donde hay un río
o fluye una vertiente cordillerana llega a dominar el agua, con mayor razón
todavía si es en la zona yunga fluvial y
hay dos ríos que cruzan la ciudad.
Pero, nos estamos
refiriendo a la natación de competencia. A esa que ha ido estilizándose con el
paso de los años y adquiriendo diferentes formas de práctica individual y
colectiva, saliendo de su ambiente natural. Esa que se practica en las piscinas
cada vez más sofisticadas, exigiendo una preparación más perseverante.
No esa brava y dura, en
la que se tiene que librar ruda batalla con el empuje arrollador de los ríos o
las olas envolventes del mar. Ni eludiendo piedras ni maderos añosos arrastrados de las orillas.
Ésta es sobre aguas quietas, pero profundas, donde el hombre va poniendo en
juego una serie de técnicas, de acuerdo a la especialidad y estilo.
Es decir aquella que es
conocida como natación deportiva, mas bien quisiera llamarla natación de
competencia, oficializada en el Perú desde 1926.
El Perú, no ha sido un
país potencia en este deporte, salvo figuras individuales que aparecieron en
determinado momento, mas producto del interés personal que de la organización,
como es el caso de Juan Carlos Bello y Consuelo Changanaquí. Pero la máxima
expresión de la natación peruana no estuvo en las piscinas, estuvo en el mar,
el gran Daniel Carpio, que cruzó el Río de la Plata, el Canal de la Mancha y el
Estrecho de Gibraltar.
Es un deporte competitivo,
en el que el nadador está en permanente lucha con sus potencialidades, se va
enfrentando diariamente a lo que puede hacer, por eso exige mucho tiempo para
poder desarrollar mejores y mayores resultados individuales, casi una
dedicación exclusiva con una infraestructura en óptimas condiciones, estando
para ello solamente quienes pueden ostentar cierta posibilidad económica de privilegio.
En más de una
oportunidad, la práctica de la natación a nivel nacional ha sido declarada en
crisis, una de ellas en 1948, cuando como alternativa para superarla acordaron
hacer un plan de difusión a provincias, junto con el atletismo y el básquetbol;
pero en este plana nacional, estaban considerados solamente Lima, Trujillo y
Arequipa (Revista “El Equipo” Nº 64, del 24 de setiembre de 1948, Pág. 7).
Como se puede apreciar,
siempre existió en este deporte el más acentuado centralismo, que ya se había
evidenciado en años anteriores, cuando las representaciones eran designadas por
la Federación para las finales de los torneos nacionales. Eso sucedió, por
ejemplo, en 1945, cuando Huancayo fue nominado para representar al centro en el
campeonato nacional.
En Huánuco, la natación
nació en el río, en los lugares donde el Huallaga o el Higueras ofrecían un
remanso y una playa breve, ahí era el lugar apropiado para practicársete
deporte, que era fundamentalmente una actividad recreacional, lúdica. Las
tiraditas desde una piedra alta en una poza, el cruce del río, una buceada. Ahí
están el Pergacho, la Cordobita, la Pîedra Mesa, “Zevallos”, como los lugares
preferidos en el Huallaga, mientras que en el Higueras el inefable Carrizal;
así como para los ambinos no hay mejor lugar que Chantaplaya.
Pero la natación como
deporte de competencia no sabemos cuando se inició, no tenemos información de
su oficialización en Huánuco, ni tampoco existen en la Federación los archivos
que demuestren su existencia, sólo recuerdo a dos esforzados presidentes de la
Liga en la década del setenta, los profesores Juan Huapalla Yábar y Ruddy
Minaya Cruz.
Entonces, vamos a
remitirnos a hechos concretos. La afición por la práctica de la natación de
competencia, aun cuando no oficial, se inició en nuestra ciudad en la piscina
de don Samuel Figueroa, ubicada en la cuadra cuatro del jirón Huánuco, cercana
a la intersección con el jirón Abtao, allá por los años cuarenta. Ahí
concurrían los jóvenes a hacer sus prácticas.
El primer maestro de
natación competitiva que se recuerda fue Hebert Mansilla Tello, él no era
especialista en Educación Física, pero amaba este deporte, es posible que los
conocimientos técnicos y el desarrollo de estilos los aprendiera en la capital,
en donde siempre estuvo relacionado con deportistas. En esa piscina practicaba,
especialmente con sus hermanos Pancho, Dimas y Jorge, destacando más Pancho que
nadaba en los estilos libre, espalda y pecho. Ellos fueron en ese momento lo
más representativo de la natación en Huánuco.
Así llegaron los I
Juegos Deportivos Centro Peruanos en 1950, entre los representantes de Huánuco
estaban Dimas Mansilla, Armando Robles Godoy, el cineasta que residía en Tingo
María; el ambino Garay; mientras que en damas las representantes eran las
hermanas Freyre, Berta y Juana; Lucila Coock de Tingo María, Elsa Cardich de La
Unión.
Luego surgirían en este
escenario los hermanos Montoya Williams, Héctor, Fernando y Rodolfo; destacando
Héctor sobre todo por la práctica del estilo espalda, habiendo superado sin
homologación una marca nacional que había impuesto Aldo Barchi.
Ya en los años
cincuenta existía la piscina del entonces Parque “Roosevelt”, años después se
haría realidad la Laguna “Viña del Río”, obra ejecutada por el entonces Alcalde
Ing. Walcker Gustavo Soberón Vélez de Villa.
La Laguna se convirtió
en un escenario atractivo para la práctica de la natación, especialmente para
los jóvenes de este barrio, de donde van a surgir en los años sesenta un grupo,
que conducidos por Carlos Chávez en el colegio, van a constituir un referente
importante en la natación huanuqueña.
Se trataba de los
hermanos César y Robin Vela, Hebert el “Canelo” Malpartida, Jumpa, Wilmer
Saldaña, Oswaldo Campos.
Ellos ocuparon el
tercer puesto en el Campeonato Nacional de Trujillo realizado en 1968,
compitieron con los nadadores de Tingo María en la reinauguración de la piscina
del Parque “Roosevelt” con el nombre de “Consuelo Changanaquí”, en agosto de
1969, convirtiéndose el “Canelo” Malpartida en el gran espectáculo.
Este nadador llegó a
ser subcampeón nacional escolar de estilo mariposa, cuyo atributo mayor era su
depurado estilo, que impresionaba en el escenario en el que se presentara.
En libre a no dudarlo
destacaban César Vela y Wilmer Saldaña, y en estilo espalda Robin Vela.
Ellos representaron a
Huánuco en los II Juegos Deportivos Centro Peruanos que se realizaron en
Huancayo en 1976, en los que campeonaron con marcas que superaron a las
impuestas en los primeros juegos.
Uno de los grandes
méritos de este grupo está la vigencia que tuvieron, por un largo período, cuando
bien sabemos que la natación competitiva tiene una duración limitada en el
mejor nivel de competencia; era un equipo muy unido y fraterno. Este es el
último referente que conservo de la natación competitiva en Huánuco.
Ahora el río, por los
efectos de la contaminación, no permite el acceso para la práctica de la
natación; pero a contrapartida nos hemos convertido en una ciudad pródiga en
piscinas, habiéndose traslado el aprendizaje a estos escenarios, muchos de los
cuales son aptos para la competencia.
La natación, como
práctica deportiva competitiva o no, es sumamente importante para el desarrollo
humano y el ámbito escolar sigue siendo el más propicio para los inicios de su
aprendizaje, ahí tenemos la infraestructura, la voluntad y la capacidad de los
técnicos, y una inmensa generación de niños y jóvenes, Huánuco ofrece
condiciones propicias que pueden hacer de esta práctica un deporte popular, mas
allá de que sea un deporte de élite; mientras que nosotros los mayores
seguiremos añorando el Pergacho, la Cordobita y el Carrizal.
un poco de historia y cultura huanuqueña, felicitaciones por esta publicación ......PJEM
ResponderEliminarUn saludo muy grande a Usted, Don Edmundo, conocer La Historia de Nuestra Amada Tierra es Amarla Más, gracias por tan lindo artículo que me permitió conocer a tan preciados paisanos nuestros.
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