Todavía el Perú no
había cobrado la dimensión cimera que obtuvo en el contexto del voleibol
mundial, cuando Huánuco se clasificó campeón nacional en 1966.
Recién en ese entonces
nuestra selección femenina había obtenido dos títulos sudamericanos, mientras
empezaba a tomar forma la fama de Lucha Fuentes, Irma Cordero, Ana María
Ramírez, Norma Velarde Álvarez, con la capitanía de Esperanza “Pilancho”
Jiménez que con Esperanza Núñez completaban el sexteto titular de la
representación nacional. Ya Akira Kato estaba al frente de ellas, bajo cuya
atenta mirada se cumplían los intensos y cotidianos entrenamientos en la
bombonera del Estadio Nacional.
El diario “La Prensa”,
que tenía dentro de su calificada plantilla de cronistas al “Cumpa” Agustín
Roca, llevó adelante un Campeonato Nacional Interbarrios de Voleibol.
En nuestra ciudad, en 1965 se llevó a efecto un torneo
interbarrios organizado por el plantel de “Antorcha Deportiva”, con la
participación de dieciséis equipos. Obtuvo el título el Círculo San Pedro, en
dura disputa con su vecino el Social San
Pedro, San Francisco y Deportivo Independencia. Las campeonas eran promovidas
por don Juan Olivas y familia, Luciano Chang Tarazona, era el
diligente y estudioso entrenador, el equipo sanpedrino representaría a
Huánuco en el torneo.
Se obtuvo la sede para
Huánuco, mientras se levantaban los vientos de reclamo para la construcción del
coliseo cerrado. La Municipalidad, presidida por Roque González Ruiz, ante la
condición puesta por el Comité Nacional de Deportes para otorgar la
correspondiente partida, adjudicó un terreno de su propiedad ubicado entre los
jirones Leoncio Prado, Independencia y Pedro Puelles, por mucho tiempo fue
identificado como campo del Tabaco, ahora el “Parque de los Héroes”.
Fue nombrada la Comisión Organizadora de la final
del Campeonato Nacional Interbarrios de Voleibol:
Presidente: el Prefecto del Departamento señor
Manuel Álvarez Vásquez.
Vicepresidente: señor José Reyes Céspedes.
Miembros: señores Jacinto Castañeda Caballero, Luciano
Chang Tarazona, Manuel Marín Horna, Miguel Veramendi, Justino Sánchez Cachay y
Edmundo Panay Lazo.
Desde un comienzo
apoyaron los clubes Deportivo Celendín, Santa Rosa, Sport Sherekhan, León de
Huánuco y Círculo San Pedro; los colegios nacionales “Leoncio Prado” y “Nuestra
Señora de las Mercedes”; la Asociación Obrera de Auxilios Mutuos y la
agrupación de los Mormones.
Había que recibir a
cinco delegaciones, brindándolo todo lo que significara su estadía durante el
torneo, además de la organización en lo relacionado al aspecto técnico
deportivo.
La única fuente de
financiamiento era la potencial recaudación que se obtuviera durante el
desarrollo del certamen, pero para ello se requería de un escenario con el cual
no se contaba. Entonces se recurrió a la única alternativa, ampliar las
instalaciones del court interno del Colegio Nacional “Leoncio Prado”
acondicionándole tribunas y así se hizo.
En lo deportivo se tomó
la providencia de comprometer la presencia de un entrenador calificado. De esta
manera Jorge Sato fue enviado por la Federación Peruana de Voleibol y empezó su
trabajo seleccionando a lo mejor que ofrecía la joven cantera huanuqueña,
además de las jugadoras más destacadas del campeonato interbarrios local.
Llegó febrero de 1966 y
desde el día 5 empezaron a arribar las delegaciones: la Recoleta de Lima,
Deportivo Carquín de Huacho, Grocio Prado de Chincha, Deportivo Islay de
Mollendo, Santa Lucía de Chimbote.
En la ciudad había
ambiente de fiesta, Huánuco se había integrado al éxito del evento, apoyando
todas las actividades en pro del mismo, brindando el generoso aporte de su
entusiasmo y cultura, las autoridades también contribuían con su apoyo al mayor
relieve de la organización.
Las delegaciones fueron
recepcionadas en la Municipalidad, donde fueron declaradas huéspedes
distinguidas
El escenario lucía
diferente, además de la tribuna de cemento ubicada en el lado norte, fueron
instaladas tribunas de madera en el lado sur y en la parte posterior de los
tableros de básquetbol, que tuvieron que ser retirados eventualmente.
El torneo fue
espectacularmente inaugurado el 8 de febrero, con las tribunas totalmente
colmadas de espectadores..
En el primer inaugural
la Recoleta venció por 15-3 y 15-2 al Santa Lucía de Chimbote, Círculo San
Pedro derrotó por 15-0 y 15-5 al Grocio Prado de Chincha y Deportivo Islay ganó
por 6-15, 15-0 y 15-11 al Deportivo Carquín de Huacho.
En la segunda fecha,
jugada el 10 de febrero la Recoleta venció al Grocio Prado por 15-2 y 15-7;
Círculo San Pedro al Deportivo Islay por 15-1 y 15-6; Deportivo Carquín a Santa
Lucía por 6-15, 15-10 y 15-12.
En la tercera fecha, realizada el 11 de febrero
Santa Lucía ganó a Grocio Prado por 15-11, 11-15 y 15-7; la Recoleta al
Deportivo Islay por 15-11 y 15-4 y Círculo San Pedro al Deportivo Carquín por
15-9 y 15-3.
La cuarta fecha fue
jugada el 12 de febrero, Deportivo Islay ganó al Grocio Prado por 15-3 y 15-8;
Círculo San Pedro venció a Santa Lucía por 15-2 y 15-5 y la Recoleta al
Deportivo Carquín por 15-3 y 15-4.
Se habían jugado cuatro
fechas y solamente quedaban dos equipos invictos, los mismos que a lo largo del
campeonato habían evidenciado ser los mejores, tanto individual como
colectivamente: Círculo San Pedro de Huánuco y La Recoleta de Lima.
La quinta fecha
programada para el 13 de febrero sería la definitoria, se enfrentarían estos
dos equipos, el ganador sería el campeón.
Los partidos
programados en jornadas nocturnas, mantenían al court interno totalmente lleno
desde las cinco de la tarde, en la fecha final más de dos mil espectadores
colmaban las instalaciones hasta el borde del campo.
En el primer match
Deportivo Carquín de Huacho capitaneado por María Paico venció por 15-3 y 15-11
al Grocio Prado de Chincha liderado por Anita Huarotto; mientras que el Santa
Lucía de Chimbote de la carismática Martha Paredes y la espigada Cira Alfaro
vencía por 15-13, 12-15 y 16-14 al Deportivo Islay de Mollendo donde lucía
Julia Almonte.
A órdenes de los jueces
los hermanos Zapata de la Federación Peruana de Voleibol, salieron los dos
equipos que disputarían el título, ante el grito incesante de las tribunas:
¡Huánuco! ¡Huánuco! ¡Huánuco!.
El equipo titular
alineaba con Rosa Flores (capitana), María Elena Cabanillas, Carmen López,
Elvira Olivas, Martha Sudario y Elia Maynetto; quedaban en la banca quienes
habían alternado en partidos anteriores Ofelia Arrieta y Juana Juy, además de
Rina Tapia, Zoraida Maldonado, Hilda Rodríguez y Vivian Meza, al lado de ellas
la risueña mascota Carmen Marín Horna.
Las limeñas conformaban
con Rita Pizarro, Olga Azato, Aurora Saenz, Carmen Gutierrez, Violeta Quiroz y
Estela Román.
El partido se inició en
un ambiente de tensión para ambos sextetos. Tomó la iniciativa el equipo limeño
y empezó a sacar ventaja, las locales consiguieron recuperarse y lograron
equiparar las acciones, los cambios de bola se sucedían constantemente, pese a
este equilibrio en el accionar las visitantes mantuvieron la ventaja y
concluyeron el game ganándolo por 15-11.
Pese al resultado
negativo del primer juego la tribuna tuvo la virtud de no cesar en su aliento y
durante el intermedio siguió expresando su apoyo al equipo de casa.
Pero, había
preocupación por este resultado parcial, un game más y las capitalinas serían
las campeonas, el Círculo tenía que ganar los dos que quedaban. Sato se dirigió
a los camerines con gesto serio, mientras que las jugadoras lo hacían con
cierto aire de preocupación.
Para la segunda parte,
el equipo salió al campo rebosante, como si recién irían a iniciar el partido,
el aliento de la tribuna no se hizo esperar.
Desde el saque las
huanuqueñas empezaron a mandar en la cancha y ganar puntos en el tablero, la
Recoleta recurrió a un relevo haciendo ingresar a Lidia Gutierrez; Huánuco
mantenía su equipo, el mismo que lucía superior al visitante, demostrando
solvencia técnica y táctica se hizo del game por 15-10.
Ahora vendría el game
definitivo, el tercero que decidiría todo. Iba a ser el resumen del esfuerzo
realizado desde que se inició la preparación del certamen. La posibilidad de
colmar el anhelo popular de obtener por primera vez un título de campeón
nacional a nivel de equipo.
Volvieron al terreno de
juego, el equipo huanuqueño sin variantes, con un Jorge Sato seguro y sereno,
mientras que las visitantes hacían esfuerzos por esconder la tensión del
momento. El público, como no habíamos vivido antes, era un solo grito:
¡Huánuco! ¡Huánuco! ¡Huánuco!, salía desde el alma y retornaba a ella, haciendo
vibrar las fibras más sensibles de nuestro ser. Era una noche destinada al
recuerdo permanente.
Ambos equipos salieron
a poner en juego todas sus armas. Desde el pitazo inicial se vio a dos sextetos
dispuestos a todo, bien parados en el campo, luciendo capacidad individual y
juego de conjunto, los aspectos técnico-tácticos se ponían de manifiesto, un
gran despliegue de energía, las tribunas deliraban ante el extraordinario pundonor de las doce
protagonistas, era un partido digno de una final, donde se luchaba bola por
bola, punto por punto.
Las huanuqueñas atentas
siempre a las enérgicas indicaciones de Jorge Sato. Rosa Flores lideraba el
equipo, era la voz de orden y tranquilidad junto a su capacidad de armadora,
responsabilidad que compartía con Martha Sudario, la pequeña Elvira Olivas
gigante en la recepción, mientras que en el ataque esa suma de rapidez mental y
física de María Elena Cabanillas y Carmen López, y la contundencia de Elia
Maynetto.
Hasta que se llegó a
14-14, luego 15-15, bola para las visitantes, recupera el equipo de casa. Podrían
venir los dos puntos que se necesitaban, las limeñas recuperan el saque. Vuelve
la angustia. Huánuco nuevamente con la bola, al saque Elia Maynetto, pelota
devuelta del campo contrario, la para Rosa Flores y Carmen López con un mate
fulminante hace el punto 16.
Nuevo saque de Elia
Maynetto, pelota en campo contrario, devolución, recepción de Elvira Olivas,
servicio de Rosa Flores y María Elena Cabanillas saca un mate cruzado pegado a
la línea de fondo y el árbitro Zapata sanciona el punto. Círculo San Pedro 17
la Recoleta 15. ¡Huánuco Campeón Nacional Interbarrios de Voleibol! Se habían
jugado 47’
el último game y más de tres horas todo el cotejo, el triunfo de verdadera
significación se obtuvo realmente en el último partido.
Así llegó a su final
este torneo que tuvo en las campeonas la expresión de la fuerza provinciana,
puesta en la mejor de sus potencialidades con la preparación técnica y
estratégica, física y psicológica de ese extraordinario entrenador que fue
Jorge Sato, asistente de Akira Kato y Man Bok Park, así como técnico de las
selecciones nacionales de menores.
Fue una semana en que
Huánuco cubrió páginas enteras del diario “La Prensa”, con la información de
Agustín Roca, que desde ahí quedó prendado de Huánuco, al que retornó por mucho
tiempo.
Fue uno de los grandes
triunfos del deporte huanuqueño, en el que estuvo presente una efectiva
participación popular, el apoyo de la colectividad en todo instante,
expresándose en forma plena y desbordante en las tribunas. Fue una jornada de
esfuerzo, trabajo colectivo y silencioso, en el que Huánuco estuvo unido con
alegría y convicción en forma permanente, llevando con optimismo su anhelo de triunfo.
Por eso es que se vivió la victoria con especial intensidad. Las que lo
lograron el campo tienen un lugar especial en la historia de nuestro deporte, en
lo social fue una de las grandes conquistas de nuestro pueblo.
Hola
ResponderEliminarRecientemente me he enterado que soy sobrino de Jacinto Castañeda Caballero y querria saber alguna informacion de mis parientes(si hubiera alguno vivo)
¿Sabes como podria ubicarlos?