El verano limeño
desataba su furia canicular sobre
febrero de 1954, cuando un grupo de jóvenes huanuqueñas arribaban a la
Capital de la República, era el equipo de básquetbol femenino del Club “León de
Huánuco”. Se instalaron en el antiguo local del Colegio Nacional “Bartolomé
Herrera”, ubicado en la avenida Brasil.
La delegación estaba
presidida por el Dr. Eloy Arriola Senisse; Secretario-Tesorero Sr. José Reyes
Céspedes; entrenador el Profesor Dante
Favaratto y el Profesor Augusto Shiggio
como miembro del comando técnico y delegado.
Las equipistas: María
del Socorro Tello, Hortensia Valdivieso, Elena Pérez, Ledda Ponce, Betty
Alegría, Dora Otaegui, Nora Lazo y
Melania Meza.
Damas de compañía las señoras María Cruz de Meza y
Petronila de Ponce.
Habían llegado a jugar
dos encuentros con equipos capitalinos, como premio de su institución por los
campeonatos obtenidos durante tres años consecutivos en la Liga de Huánuco,
superando a equipos de valía como el Santa Rosa, Banco de Crédito, Santa Clara,
Ex –Alumnos. Ahora estaban frente a un reto mayor.
De pronto una ola
informativa llenó de titulares las páginas deportivas de los diarios,
anunciando que el equipo de básquetbol femenino del León de Huánuco” venía a
enfrentarse al Internacional Revólver y al Universitario de Deportes.
¡Qué tal osadía ¡
dirían unos, pero no, la presencia del equipo huanuqueño fue tomada con mucho
cuidado por estos dos calificados quintetos capitalinos, que contaban en sus
filas con jugadoras de trayectoria y muchas de ellas integrantes de la
selección nacional.
Los titulares
sorprendieron incluso a las mismas visitantes. “La Crónica” del 9 de febrero
publicaba: “Debutará mañana en el court de Universitario de Deportes el
representativo de básquet femenino “León de Huánuco”. Subtitula: “Revólver y
Universitario se han reforzado debidamente”. Aparecían varias fotografías de
las equipistas”.
“Nos trataban como
internacionales ¡Imagínate! ¡Reforzarse
para jugar con nosotras! …” nos dijo Elena Pérez en una entrevista. La gira se
había convertido en un acontecimiento.
Hortensia Valdivieso el
día del partido declara para un matutino: “Nuestro deseo es agradar al público,
nosotros somos un club no un seleccionado”.
Ya se habían enterado
que el primer encuentro se enfrentaría a un “Revólver reforzado hasta las
uñas”, como anunciaba el vespertino “Ultima Hora”.
Y supieron como
verdaderas leonas asumir la responsabilidad de la hora: “Nos sentimos más
fuertes, la garra nos salía del corazón “, nos dice con viva emoción Elena
recordando esos momentos.
Hasta que llegó el
instante de enfrentar al Internacional Revólver, que inició las acciones con su
equipo titular conformado por Olga Bobbio, Chabuca Nue, Virginia Nue, Elba
Ochoa y Luzmila Guerra. En el segundo tiempo ingresaron los refuerzos del
Terrazas e integrantes de la selección nacional Mile Vertikapa, Vicky León y
Nelly Angulo.
Al día siguiente la
crítica coincidió plenamente en el hecho de que las limeñas jugaron con dos
equipos. Destacaron la actuación de Ledda Ponce y Lily Cuculiza, refuerzo
espontáneo del equipo que se integró además con María del Socorro Tello,
Hortensia Valdivieso y Elena Pérez.
“La Prensa” comentó:
“Entraron las del Terrazas descansadas. El público protestó. León cayó
honrosamente. Elena Pérez cayó desmayada al final como producto del tremendo
esfuerzo”.
Al día siguiente los titulares espectaculares
continuaron pese a la derrota de 31 a 14.
Los diarios no
escatimaron elogios para este grupo de bravas muchachas. No sólo encomiaron su
pundonor sino la capacidad técnica de sus integrantes. Sorprendió a la crítica
especializada. “Las huanuqueñas no se dejaron pisar el poncho” decía uno, otro
titulaba “Jugó como un león furioso”.
“La Crónica” anunciaba
“León deberá probar esta noche su clase de campeón ante la “U”. La “U” sin
refuerzos.
Así llegó el segundo encuentro. Ganó Universitario
que presentó su equipo titular, pero sin refuerzos, integrado por las
seleccionadas Ada Volpe y Silvia Gallegos, además de Elvira Farfán y Mabel
Zúñiga.
Fue un partido de poder
a poder. Cualquiera podía ganar. Al final se impuso el equipo crema. “La Crónica” titula: “Universitario se
vio apurado ante el León ganando 29 a
23”. Luego comenta: “León de Huánuco” sacando garra, jugándose un gran partido,
poniendo en trances difíciles al quinteto crema, que anoche se vio superado en
muchos pasajes del partido … Huanuqueñas no ganaron por falta de experiencia …
Elena Pérez mostró grandes condiciones lo mismo que Ledda Ponce”, llamada la
“Mano de Oro”.
Esta embajada lejos de
su terruño, con la presencia de sus paisanos, recordaba su tierra. La fiesta
que se armó en una de las tribunas para bailar el huayco huanuqueño llenaba el
corazón. La nostalgia se convirtió en energía de lucha en estas jóvenes
huanuqueñas. Las leonas estaban sacando la garra por su pueblo, que seguía las
incidencias a través de “Pregón
Deportivo”, en la voz de Oscar Artacho, por Radio Central.
Sin lugar a dudas ha
sido la más importante participación del básquetbol femenino huanuqueño, que
registra la historia de este deporte en nuestro medio.
En primera instancia,
por la trascendencia nacional que adquirió esta presentación en Lima, frente a
quintetos de primer orden como lo fueron el Internacional Revólver y
Universitario de Deportes.
También por el
resultado de las confrontaciones que permitieron evaluar el buen nivel técnico
de nuestro representativo, frente a conjuntos que presentaron sus mejores
exponentes inclusive a sus integrantes de la selección nacional. Sumando a esto
el hecho de que tanto Elena Pérez como Ledda Ponce fueron voceadas como
posibles convocadas al representativo nacional. Intereses centralistas se
encargaron de bloquear esta importante iniciativa y sugerencia del técnico del
seleccionado.
Lucíamos en ese momento
un básquetbol de primera línea. El León podía haber jugado el torneo de la
división superior de Lima, reforzándose
con algunas jugadoras huanuqueñas como Eudocia Panduro y Bertha Fano de los
registros del Banco de Crédito, antes del Santa Rosa, que en esta vez no fueron
tomadas en cuenta y cuya ausencia se dejó sentir.
En realidad, fue
producto de un trabajo intenso que desarrolló la Liga de Básquetbol de ese
entonces. Declaraciones de las jugadoras nos refieren que el presidente don
Heraclio Tapia León no las dejaba descansar en todo el año, haciendo torneos
sucesivos y jugando todas las semanas. También tuvo mucho que ver el gran
trabajo de preparación realizada por los profesores Dante Favaratto y Augusto Shiggio.
No es la evocación de
un triunfo moral si no es rememorar una
actuación deportiva ejemplar, sin precedentes en el básquetbol femenino
nacional, que a más de cincuenta años sigue acrecentándose invitando a
superarla.
Nuestros años
infantiles se unen a esas horas junto al inefable reconocimiento de los días
presentes.
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