Recuerdo de manera muy
especial este torneo, que se realizó en la ciudad de Huancayo en agosto de
1962.
Había dejado de ser
alumno del colegio el año anterior, sin embargo el Profesor Gilberto Bermúdez
Núñez, tuvo la gentileza de designarme delegado de la representación.
Fue la Olimpiada
Escolar del Centro, se realizaron
competencias de todas las disciplinas deportivas practicadas en el ámbito
estudiantil.
La representación
huanuqueña, como también todas las otras, tenían carácter de selección
departamental. En Huánuco, se llevaron efecto eventos previos a nivel local,
con la participación de los colegios “Leoncio Prado”, Industrial “Hermilio
Valdizán” e Instituto Nacional Agropecuario; luego a nivel departamental,
superando a los planteles de La Unión, Llata y Tingo María.
Como quiera que en
estas competencias campeonó la G.U.E. “Leoncio Prado”, fue este plantel el que
llevó la representación del departamento.
Viajaba el equipo de
fútbol, básquetbol y atletismo. Los juegos comprendían también voleibol, pero
no participó Huánuco debido a que no se efectuó el torneo departamental.
No fue posible contar
en el equipo de básquetbol con el concurso de Mario de la Mata Ariza del
Colegio Nacional “Aurelio Cárdenas” de La Unión, tampoco con su hermano Julio
en el equipo de fútbol.
Viajó como asistente
técnico, el Profesor Gutiérrez que prestaba servicios en la localidad de Llata.
Una
nueva generación de futbolistas
Se armó un equipo
realmente poderoso, a pesar de no estar completo. Era una generación de
futbolistas de gran calidad, que exigía un lugar en la representación del
fútbol huanuqueño, casi todos militaban en la primera división y muchos de
ellos se convertirían en valores significativos en una de las etapas más
importantes del balompié de nuestra tierra.
El escenario de las
competencias de fútbol y atletismo fue el flamante estadio del tradicional
colegio huancaíno “Santa Isabel”, donde nos encontramos con el Profesor
Sócrates Rojas, quien había sido docente nuestro.
El
debut con Huancayo una final anticipada
El primer partido nos
tocó enfrentar al equipo local. En los carteles de publicidad aparecía el
nombre de Huancayo con grandes caracteres, mientras que el de Huánuco con
letras pequeñas. Los comentarios en “La Voz de Huancayo” daban como favoritos a
los locales, seguidos de los iqueños y chimbotanos.
Se inauguró el torneo
con la presencia de las primeras autoridades del departamento. Entre ellas el
huanuqueño Dr. Carlos Sánchez Chiri, Presidente de la Corte Superior de
Justicia.
A pesar de que al
llegar fuimos abucheados por los santaisabelinos, el equipo se sentía
tranquilo, había un afán de querer ser y demostrar su valía. El caudillo Máximo
Cortavarría con su serenidad, su permanente sonrisa, su temperamento en el
momento oportuno, contagiaba seguridad.
Su sencillez fuera del campo y su bravura dentro de
él infundían un gran respeto.
Cercano el mediodía,
capitaneados por Máximo Cortavarría , el equipo salió al campo con la siguiente
alineación: Pedro Bermúdez (Santa Rosa) en el arco. Hugo Bolarte desistió de
viajar en última instancia. En la defensa Mario Hugo Zavala “Cañón” (Mateo
Aguilar), Máximo Cortavarría (Santa Rosa) y César Mercado (Santa Rosa). Sobre
el medio campo Gilberto Torres (Mateo Aguilar) y Edwin “Huiqui” Bernal (Mateo
Aguilar). En la delantera José “Piqui” Malpartida (en el León de Huánuco ese
año), José Luis Cabanillas (León de Huánuco), Manuel Espinoza (Santa Rosa),
Ethel Barrueta (Tarapacá) y Cristóbal Galván (Mateo Aguilar).
A poco de iniciarse el
encuentro se lesionó Mercado, ingresó Armando Cabanillas (León de Huánuco) y
bajó como marcador Izquierdo Galván por el resto del torneo; quedó en la banca
como arquero suplente Octavio Zegarra (Social Celendín).
El partido fue
sumamente disputado. Los huanuqueños sorprendieron a los dueños de casa con su
gran habilidad y toque de pelota, se equivocaron programándonos como primer
adversario para tenerla segura. La cosa no fue así, ambos equipos tenían
argumentos futbolísticos, individuales y colectivos. También tenían dos
arqueros excepcionales. Nunca lo vi mejor a Pedro Bermúdez, formidable desde la
primera atajada. Realizó un plangeón cogiendo una pelota que tenía por destino
la red. En la complementaria una tirada a los pies silencio a las tribunas. Dio
confianza el equipo, se olvidaron de Bolarte, hubo el grito del capitán “¡Vamos
“Negro” el partido es tuyo! y así continuó todo el cotejo. Por su parte el
portero de la “Incontrastable” sacó en forma brillante un disparo de media
distancia de Mañuco Espinoza, en el segundo tiempo le atajó un disparo a boca
de jarro a “Huiqui”Bernal. Casi al final un tiro libre combado de Malpartida se
estrelló en el vértice, cuando volaba el arquerito huancaíno.
A veces la ausencia de
goles hace que el partido merezca el calificativo de malo. No fue así, aun
cuando terminó sin abrirse el marcador. Hubo un trajín intenso, se generaba
buen fútbol, ninguno de los arcos dejaban de inquietarse. Era un ir y venir de
la pelota. Nosotros salíamos jugando por ambos lados. Por la derecha la salida
era con Zavala hacia José Luis o el “Oso” Torres, para buscar el desborde del “Piqui”
Malpartida para la llegada con Espinoza o Bernal, quienes no tenían
contemplaciones con el arco contrario.
Por la izquierda Galván con “Huiqui”, el “Gato” Barrueta que jalaba defensa
para abrir espacios o tocarla para la media distancia de Armando Cabanillas. En
otras se juntaban por el centro José Luis, Barrueta y Espinoza. Era fútbol.
Toques cortos, triangulando, avanzando, rompiendo defensa. En medio terreno
Torres y Bernal, hombres bien dotados físicamente, que unían a su calidad
fuerza, pundonor y pulmones para correr sin desmayo. En la defensa combinaban
la fuerza de Zavala, con la ubicación y dominio de juego aéreo de Cortavarría y
la habilidad de Galván para salir con pelota dominada y proyectarse por la
banda.
En la noche en básquetbol debutamos perdiendo.
15
de Agosto le ganamos a Ica
Después de un día de
descanso, la noche del 14 fuimos invitados a una radioemisora por el Dr. Carlos
Sánchez Chiri, a una ceremonia que la colonia huanuqueña ofreció en homenaje a
Huánuco, al día siguiente: 15 de Agosto, nos tocaba enfrentar al equipo iqueño
del “San Luis Gonzaga”.
El ilustre magistrado
huanuqueño nos hizo una remembranza de nuestros barrios, que discurso tan
hermoso, donde lo telúrico y humano nos hizo vibrar de huanuqueñidad a la
distancia, transportándonos a la santa tierra.
Los sanluisinos habían
ganado a la oncena de Huanta. Todos pensaban en Huánuco. Era la primera vez que
pasaba un aniversario lejos de mi pueblo. Distante de Huallayco, sin la patota
con la que íbamos por chaquinana a Puelles, recorriendo lo que es hoy la
prolongación del jirón Independencia. Casi todos sentían igual nostalgia.
Empezamos a gritar en
los cuartos “¡a Puelles! ¡a Puelles!” luego “¡al centro! ¡al centro!,
repitiendo el grito tradicional de colectiveros y taxistas. Vivíamos en la
concentración del Colegio “Santa Isabel” la fiesta de Huánuco. Ahí el corazón
nos reventaba de amor a la tierra, hasta que cansados de tanto ir y venir a
Puelles nos quedamos dormidos.
Nos despertamos con un
¡Viva Huánuco! Que surgió espontáneamente, todos saltamos para abrazarnos.
Situaciones similares también se registraron en las otras habitaciones. La
verdad que entre nuestras emociones juveniles ésta es una de las más grandes y
hermosas. Una vez leyendo a José María Pemán encontré una frase: “El amor a la
tierra aumenta con el tiempo y la distancia”, eso lo vivimos en Huancayo y lo
sigo comprobando de manera permanente.
Al estadio. Era el día
de nuestra tierra, el Profesor Bermúdez arengó por la victoria. Había un grupo
de huanuqueños junto a nosotros, en uno de los ángulos del campo que lucía un
grass reluciente, aun cuando no había tribunas. Machi Cortavarría, como siempre
antes de ingresar a lid, levantó la voz para decir “Hoy es día de nuestra
tierra, hay que regalarle este triunfo. ¡por Huánuco!”. Los hurras remecieron
el Huaytapallana.
Sobre la cancha el
partido se presentó parejo. Los huanuueños lucían un buen toque de pelota,
haciendo su fútbol, con un José Luis más armador. Una defensa fuerte, con
recursos y segura, donde brilló a gran altura Cortavarría y nuevamente Bermúdez
en el arco. Los iqueños mostraban importantes individualidades, el primer
tiempo terminó cero a cero.
En la segunda fase
hicimos sentir nuestra mayor capacidad de conjunto. Éramos más equipo y
paulatinamente los fuimos dominando. Se empezaron a juntar más José Luis,
Barrueta y Mañuco por el centro y con paredes bien hilvanadas empezaron a
romper la imponente zaga azul. Hasta que en una triangulación José Luis puso la pelota al centro, vacilaron
el arquero y el central, se lanzó Mañuco Espinoza y caído sacó la derecha para
poner la pelota en la red, entre el meta y el defensa. El partido terminó con
un claro dominio nuestro.
Todos en el centro del
campo fuimos un solo abrazo, un solo corazón. La tierra latía al unísono en
nuestros pechos. ¡ Qué lindo 15 de Agosto!.
En la tarde se
iniciaron las jornadas atléticas. David Durand Gómez ocupó el tercer lugar en
bala, el ganador fue el huancaíno Carlos López Garagate.
En la competencia
nocturna fuimos superados nuevamente en básquetbol, esta vez por Huancayo que
nos venció por 32 a 22. El ganador lucía a un jugador de gran calidad,
Placentino Alfaro, al que todos identificaban con el apelativo de “La Plaga”.
Al día siguiente,
fueron las pruebas de salto largo, en las que participaron José Malpartida y
César Mercado. En el primer salto Malpartida ocupó el primer lugar, al final se
ubicaría en tercer lugar, resultando vencedor al local Sergio Olano Vega.
Ganamos
a Chimbote jugando contra todo, a lo macho
Desde que llegamos hubo
fricciones con los porteños, estábamos en el mismo pabellón. Trataban de
impresionar, trabajar de boquilla, querernos bajar con eso de “serranos”, se
dieron varios conatos en los pasillos. Así entrábamos al partido, los pesqueros
querían curarse la herida de su derrota ante Huancayo y a los locales les
convenía la caída de nuestro equipo.
Al salir de la
concentración para dirigirnos al estadio se dio un nuevo incidente, otra vez
jalones y tirones, se calmó la cosa. En el estadio, al bajar del ómnibus uno
del mismo equipo se cruzó agresivamente al paso de nuestra delegación,
Cortavarría se encargó de limpiar el camino.
Los ánimos estaban
caldeados. El Profesor Bermúdez hizo una invocación a la tranquilidad, expresó
que nos provocaban para que perdamos la serenidad porque sabían que éramos
mejores, que no debíamos caer en el juego. “Huiqui”, con su característica
picardía se dejó oir “Ahora es juego, adentro les vamos a dar de verdad”.
Los chimbotanos
salieron a jugar fuerte para quebrar a nuestros delanteros, que relativamente
eran bajos frente a la defensa adversaria. Pero, tanto individual como colectivamente,
los superábamos.
Ellos tenían un puntero
izquierdo sumamente hábil y veloz, pero dos choques con “Cañón” Zavala y cambió
de punta, donde Galván hizo lo mismo. El partido era nuestro, dominábamos, pero
el gol no venía. Teníamos que ganar para seguir luchando por el campeonato.
Hasta que Gilberto Torres corta un contrataque chimbotano y habilita por el
costado izquierdo a Armando Cabanillas, quien desde unos treinta metros saca un
zurdazo cruzado que sacudió la red adversaria.
Se buscaban nuevos goles,
estos podían ser decisivos para la clasificación final. No llegaron. Se
cerraron en su defensa. A poco de iniciado el segundo tiempo un zaguero
chimbotano faulea arteramente a Mañuco Espinoza. Ya Barrueta había sido
expulsado por repeler una agresión. Reclamó Armando y la respuesta fue el
inicio de una batalla campal. Ingresaron integrantes de las delegaciones de uno
y otro equipo. De la tribuna bajó un conocido huanuqueño, ex Guardia Civil,
“Añaco” Santa María y se puso al lado de sus paisanos. Intervino la Policía
Militar en forma violenta. En esa circunstancia, con toda energía, ingresó al
campo el Dr. Carlos Sánchez Chiri y se puso en medio de la tormenta, exigiendo
que se brinde seguridad a nuestros equipistas.
Que gesto tan digno y generoso de una autoridad civil, con años respetables,
identificándose con su pueblo de origen.
Así, con la expulsión
de un chimbotano el partido prosiguió. Los nuestros empezaron a cuidar la
pelota, los pescadores sentían los estragos de la falta de físico. El partido
bajó de ritmo, terminando en uno a cero que nos permitía seguir invictos.
En la noche una nueva
derrota del equipo de básquetbol. Mañuco Espinoza, que también integraba el
quinteto, se quedó en la concentración lesionado. Caímos por 36 a 8 frente a
Ica, que tenía al extraordinario Hugo Puente Guerrero, con un estilo y
características parecidas a Acucho Figueroa.
Segundos
en salto alto
El día 19 en la mañana
José Malpartida ocupó el tercer lugar en la final de cien metros planos, que
ganó el huancaíno Sergio Olano Vega. Fuimos eliminados en doscientos, pero
Olindo Arriaga clasificó en cuatrocientos.
También se realizó la
prueba de salto alto. Mucho se había publicitado el favoritismo del
representante huanuqueño Arturo Aliaga Koening, del Instituto Industrial, esto
lo tensionó y estuvo a quince centímetros de su marca habitual. Al final el
ganador fue Hugo Puente Guerrero con 1.65 al primer intento, segundo Aliaga con
la misma marca en dos intentos, mientras que la tercera colocación correspondía
a Juan Cabrera Trujillo con la misma marca, en tres intentos..
Todos
corrimos con Dictinio Campos
Esa mañana Dictinio
lucía más optimista que nunca, quería regalarnos un triunfo, él con un
optimismo desbordante aseguraba que sería el primero. Contagiaba su convicción,
correría la prueba de 1500 planos, todos con él en un solo grito. El
huacaybambino nos había convocado con su firmeza y queríamos verlo ganador.
Olindo Arriaga venía de
hacer un carrerón al entrar tercero en la final de cuatrocientos, después de los
locales y quería participar también en la de 1500.
Se dio la partida,
mañana soleada. Arranca Dictinio y toma la punta, corriendo raudo en la primera
colocación dio la primera vuelta, igual sucedió en la segunda, parecía que se
daba el triunfo, empezaron a subir los otros su ritmo y casi al terminar la
tercera vuelta Dictinio fue superado por un huancaíno, en cuya persecución se
empeñó el representante huanuqueño. Con el transcurso de la prueba y la
proximidad de la meta arrancó de atrás otro representante huanca, Godofredo
Rodríguez, quien en una arremetida impresionante pasó a Dictinio y a su
paisano, tomando la punta. Así siguió la carrera hasta el final. El resultado
lo sintió Dictinio como una derrota, nosotros en silencio, hasta la noche en
que comprendimos las condiciones en que corrió y que los ganadores estaban
preparados, corrían en su medio, en equipo, con un plan táctico, mientras él
era puro corazón y pulmones fortalecidos en su puna, allá en la generosa
Huacaybamba.
A esa hora lo sentimos
ganador y volvió a sonreír, ser terceros después de dos huancaínos en una
prueba de fondo, corrida en su propia tierra, es como haberla ganado.
Con
Huanta, un partido que pudo ser más
En la tarde nos tocó
enfrentar al “Gonzales Vigil” de Huanta, un equipo que se había ganado la
simpatía de los aficionados y participantes. Dueños de un carisma especial.
Hacían su música, llenaban las noches de huaynos y bordones de guitarra.
A ellos nos
enfrentábamos en el estelar de la jornada. A primera hora los huancaínos habían
ganado por la mínima cuenta a los iqueños. Su arco seguía invicto como el
nuestro.
Fue un partido donde
mostramos una clara superioridad que se sé materializó en goles. Al final nos
impusimos por dos a cero. El primero fue marcado por José Luis en jugada
individual al recibir un pase al borde del área, se llevó a dos adversarios y
regó al arquero Andía, que a pesar del marcador fue el mejor del equipo y evitó
una goleada.
El segundo fue logrado
por José Malpartida, también puso lo suyo, descontó a su marcapunta , la tocó
suavemente junto al primer palo y la desesperación del meta que salía al
achique. Un golazo.
Con
susto vencimos a Cerro de Pasco
El equipo cerreño fue
difícil para todos, contra nosotros no fue la excepción y se jugó un partidazo.
Cuando parecía que terminaría empatado, en los diez finales se vino la
avalancha leonciopradina, Barrueta se llevó hasta el fondo a la defensa y la
sacó atrás donde venía “Huiqui”, quien de un furibundo combazo dejó la pelota
bailando entre el tubo y la red. Ganamos por uno a cero, mientras los
huancaínos superaron a los huantinos por tres a cero.
Así terminamos la
campaña, Huánuco y Junín igualados en
nueve puntos, con igual número de goles y con los arcos invictos.
De acuerdo a las bases debería definirse en campo
neutral. Ya se había tomado el acuerdo preliminar de que fuera en Tarma. En
última instancia el Profesor Bermúdez consideró que habría dificultades para
jugar la definición y el “Santa Isabel” de Huancayo pasó a la final del
campeonato nacional donde quedó subcampeón.
Había consenso por
definir en Tarma, de ahí estaba cerca Lima y el campeonato nacional, teníamos
equipo para hacerlo.
Al año siguiente
Leoncio Prado campeonó en Huancayo, volvieron a estar “Cañón” Zavala, “Huiqui”
Bernal, Gilberto Torres, y volvió a campeonar en años posteriores, hasta que el
“Illa Tupa” por varios años sucesivos hegemonizó en el fútbol escolar del Centro,
con presencia a nivel nacional, bajo la dirección técnica de Ethel Barrueta,
que tenían entre sus elementos más importantes a Tico Salazar, Manuel
“Huallanca” Martel, Claver Sobero, Carlos Beraún, el “Negro” Acosta entre
otros.
Al final la
representación de Junín se clasificó campeona de la Olimpiada Escolar del
Centro, habiéndose adjudicado los campeonatos de voleibol y atletismo, además
del primer puesto compartido en fútbol.
Ica se clasificó campeón en básquetbol, segundo
Junín.
Recibimos un agasajo de
la colonia huanuqueña en el establecimiento de la familia Ospino y luego al
carro de retorno.
Ya en pie de vuelta, al
abordar el ómnibus vimos la figura siempre presente del Profesor Nonato Osorio
Vilca, Presidente de la Comisión Organizadora, cuya tarea fue realmente
encomiable y permanentemente preocupada, despidió a todos con un abrazo y el
deseo de volvernos a ver, que sí se cumplió cuando concurrió al Congreso
Nacional de Dirigentes Deportivos en Huánuco.
Quedaba la nostalgia,
lo vivido en Huancayo, en el valle del Mantaro, junto al deseo de volver a la
tierra, a la esquina del barrio, ensayando el silbido para alguien que
esperaba.
El lunes todos
entrarían al colegio sacando pecho, con orgullo leonciopradino, se había
cumplido una jornada inolvidable.
En ellos el homenaje a
todos los deportistas escolares que dieron lauros al deporte huanuqueño.
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