domingo, 5 de abril de 2015

COPA PERÚ 1972 :. LEÓN SUBCAMPEÓN - Ingreso al Descentralizado



 León participaba en este evento desde su creación en 1967, disputando la clasificación en la Zona Norte “B”, con los campeones de la Libertad, Ancash y Pasco. A nivel departamental el rival más peligroso siempre fue el representativo de Tingo María, aun cuando los domaínos en su reducto eran temibles, además de que contaban con elementos de gran calidad. A nivel local, con el Santa Rosa las disputas fueron parejas durante varios torneos, esta especie de clásico moderno venía desde antes del cincuenta. Luego las confrontaciones vendrían a darse con el decano del fútbol huanuqueño, el “Juan Bielovucic”, que desde 1967 armó un equipo de gran poderío, reforzándose con muchos jugadores de valía, no sólo del medio local, sino traídos de la capital.
Ya se había hecho conciencia de que para aspirar a ingresar a la profesional, había que tener capacidad para derrotar a los equipos de la Región Norte “B”, clasificándose campeón de ésta.
Hasta ese entonces, el mejor equipo que considero logró armar el León para una contienda a nivel regional fue en el segundo torneo jugado en 1968, bajo la presidencia de César Dioses La Madrid, cuando se clasificó campeón el “Carlos A. Mannucci”, que a la postre también se adjudicó de la “Copa Perú”. Con los de la tierra de la marinera norteña se empataron los dos partidos, el primero en el Estadio “Leoncio Prado”  con un golazo extraordinario de Carlos Trujillo y actuando de visitantes, también se concluyó a un gol por lado.
Pero, para esta temporada, ese año 1972, el León sufrió una serie de bajas, José Luis Cabanillas, el “Gato” César Chacón y Santiago Madrid habían emigrado al Mannucci, que estaba en la profesional. Otros lo habían hecho a equipos locales cumplido su ciclo con la crema, pero la pérdida más importante fue la de Jorge Cabanillas que retornó a vestir su casaquilla de origen en Huánuco, la del “Juan Bielovucic”.
Con el Bielo, una final para el recuerdo
Esta temporada Pepe Reyes se decidió a tomar las riendas de la institución, con el aval de una vida identificada con el Club. Constituyeron la directiva el Dr. Néyer García Castañeda, Ernesto Portugal Chirinos, Elías Lucano Carbajal, Juan Sánchez Salmón, Carmelo Pancorbo Ayerbe, Aldo Pavletich Blengeri.
Durante el torneo la disputa fue dura con el “Juan Bielovucic”, que llegó a la última fecha con un punto de ventaja, de manera tal que sólo necesitaba de un empate para romper la racha de campeonatos del León.
Los cremas adelantaron el marcador por intermedio de Ríos al iniciar el segundo tiempo. Cuando faltaban aproximadamente 10’ para la finalización Jorge Cabanillas en una jugada espectacular consigue anotar el empate. El partido seguía intenso, pero esta vez con un Bielovucic que se defendía, destacando la figura del zaguero central Walter Reiterer, se jugaba sobre el campo que da al jirón Mayro.
Se miraban los relojes, el campeonato se iba tiñendo de rojo, hasta que a los 43’ un rechazo de la defensa bielista fue tomado de volea desde fuera del área por Rodolfo Muñoz, que se había sumado al ataque, empalmando un fortísimo tiro, que ingresó entre los brazos,  que sorprendido, apenas alcanzó a alzar el fornido arquero Marcos Paredes.
Lo que quedaba del partido fue jugado en terreno del León y Chávez en el instante final paró firme un cabezazo del Negro Cabanillas.
Terminó el partido, nuevamente el León campeón, la historia continuaba.
La departamental sumamente difícil
En Tingo María se jugó otra final, no era un momento fácil. La contienda departamental se dio en una situación sumamente compleja para el León, se conocía de la existencia de problemas económicos, había conciencia de que no se contaba con un equipo ideal, aparte de otros imponderables que se fueron presentando. Cuando se enfrentaron al Deportivo Unidad Sanitaria el viaje se tuvo que hacer caminando por tramos, pasando huaycos, así como las trancas en la carretera que estaba en proceso de pavimentación. Carlos Chávez no pudo estar presente ese día y se cuadró bajo los tres palos Carlos Soucón, quién pese a su buena actuación no pudo evitar ser vencido en tres oportunidades, la última de penal convertido por Isaquel Figueroa. El cotejo concluyó empatado a tres goles, clasificándose el León, la figura fue el portero crema, que resistió como un arquero de oficio el asedio tíngales.
La clasificación regional y la estrategia de Pepe Reyes
Obtenida la clasificación departamental había que luchar en la regional. Pepe Reyes participó como Delegado en el Consejo Regional Norte “B”, para la elaboración del fixture.
Concluida la sesión me comunicó telefónicamente César Vargas, periodista trujillano, quién me dijo: “Pepe Reyes ganó la clasificación esta noche, ha sacado todos los partidos de ida como visitante...”. Soltó una sonora carcajada, rematando con un sincero “buena compadre, ahora también les toca a ustedes”.
El equipo venía conformado con algunos elementos de temporadas pasadas, sobre los que basaba su poderío, completando con algunos elementos recién promocionados, mas sí existía una buena dosis de pundonor y espíritu deportivo.
El equipo titular estaba conformado generalmente por Carlos Chávez en el arco; Miguel Cabanillas, Carlos Soucón, Rodolfo Muñoz y Luis “Chani” Follegatti en la defensa; en el medio campo Ronald Sanabria y Máximo Falla; en la delantera José Delgado, Alejandro Ríos, Javier Fano y Carlos Trujillo. Teniendo para alternar a Darwin Bravo, Víctor Dávila y José Ortega, no había arquero suplente. El director técnico era el  Profesor Rodolfo Arredondo.
Así, en su propia cancha, se debutó frente a los pacasmaínos del “San Pedro de Lloc” que representaba a La Libertad, venciéndolo por un tanto a cero.
Fue un resultado muy importante, permitió ganar confianza al equipo, aun cuando la representación liberteña no tenía el poderío de torneos anteriores.
Pero eran dos puntos afuera, ahora venía el más fuerte y favorito, el Sogesa  de Chimbote, con ellos había que confrontar en el Estadio del Vivero Forestal.
Y ahí,  en su propio escenario, haciendo un fútbol rápido, de toque, jugándola siempre a rastrón, se consiguió vencerlos por un tanto a cero. Ríos, el mejor del encuentro, se llevó a dos adversarios, amagó el servicio para Trujillo que entraba por la izquierda, el arquero Álvarez se anticipó al achique y el “Chato” la cambió hacia Javier Fano que entraba por el centro, poniendo el balón en la red sin dificultad.
Un triunfo que ya tenía sabor a clasificación. Luego vino el tercer encuentro, jugado con mucho tesón, el León venció por tres goles a uno al Deportivo Huarón en Cerro de Pasco.
Seis puntos como visitantes, una verdadera hazaña, que años después sería repetida por el Santa Rosa.
Luego como locales, con una afición que sentía cercana la llegada de la clasificación, latiendo con su aliento pleno, todos identificados con el León, había un solo color y una sola esperanza. Vino el primer partido y se repitió el triunfo sobre los liberteños, esta vez por dos a cero, en un partido donde muchos vieron por primera vez como titulares a Darwin Bravo y José Ortega, que habían cumplido una gran actuación en el partido de ida.
Luego vino el Sogesa, un empate bastaba para estar en la final, pero Fano a los 40’ de la final puso kryptonita a su disparo y venció nuevamente a “Superman” Álvarez.

La clasificación estaba virtualmente dada, se cerró la campaña venciendo por cuatro a cero al equipo de Huarón con goles de José Delgado a los 40’ del primer tiempo; en la segunda etapa anotaron  Falla a los 12’, Alejandro Ríos a los 22’ y Carlos Trujillo a los 44’.
El paso a la final
Ahora venía la gran tarea, necesariamente había que reforzarse. Era una campaña que exigía financiarse con un mayor esfuerzo económico, estar en Lima era otra cosa, jugar en el Nacional. Jorge Cárdenas Argandoña asumió la dirección técnica del equipo, fueron incorporados Mardonio Baldeón del Atlético Arabecks, Moisés Fano del Santa Rosa y  Carlos Flores Panta que no había jugado por equipo alguno en Huánuco y que tal parece tampoco podía jugar por no tener carta pase, sólo figuraba en la banca de suplentes. Luis Pitín Sandoval que estaba como integrante del equipo, en última instancia no fue de la partida.
El equipo estuvo conformado por Carlos Chávez y Carlos Flores Panta como arqueros; defensas: Víctor Dávila, Miguel Cabanillas, Carlos Soucón, Rodolfo Muñoz (capitán), Luis “Chani” Follegatti, José Ortega y Darwin Bravo; volantes: Máximo Falla, Alejandro Ríos, Ronald Sanabria, Mardonio Baldeón; delanteros: Jaime Torres, Javier Fano, Moisés Fano, Carlos Trujillo, José Delgado, Jaime Isuiza. El utilero era Alejandro Vía.
Segundos en la final
Tocó debutar con el Miguel Grau de Piura, que a la postre se clasificaría campeón, en el segundo partido de la noche.
Tras un comienzo nervioso, cuando parecía que se equilibrarían las acciones y empezaba a soltarse el mediocampo huanuqueño, “Quimbo” Córdova a los 34’ del primer tiempo, con un tiro libre desde el borde del área, vence la portería de Carlos Chávez.
En la fase complementaria “Meleque” Suarez se encargó de aumentar la cuenta a los 38’ y 44’. Ganó el mayor oficio piurano, en el segundo tiempo el León hizo buen fútbol, con un medio terreno solvente, Sanabria impresionó, “Pocho” Rospigliosi comparó su estilo con el de Challe, pero el arquero piurano tuvo una faena extraordinaria y los nuestros la pólvora mojada.
Mucho pensaron en el descalabro, pero había un fondo de optimismo y confianza. Se había perdido con un equipo superior, el segundo cotejo sería frente a la sorpresa de la fecha inaugural, el Cultural Juanjui.
Vino la segunda jornada y con ella la primera victoria, el León venció por dos tantos a uno. A los 17’ del primer tiempo abrió el marcador Manuel “Juanjui” Rodríguez y empató a los 21’ Carlos Trujillo, con un espectacular remate de media vuelta; a los 24’ Jaime Torres derrota por segunda vez al entonces portero de Juanjui Mitiguel Sinti Pinchi, ahora más huanuqueño que el locro de gallina. El segundo tiempo fue jugado a todo vapor, Rodolfo Muñoz jugó gran parte del partido en estado comatoso, Hubo fútbol de “Copa Perú”, donde los veintidós se dieron íntegros. El León supo mantener el triunfo, defendiéndolo bien en las líneas finales, aun cuando se perdieron oportunidades de anotar. Ríos mostró su gran clase, fue el que manejó el ritmo del partido.
En el tercer cotejo empate a un gol con el Carsa de Arequipa. Un partido pésimo, de bajo nivel futbolístico, sin la vibración de otras confrontaciones. A los 13’ adelantaron los characatos y a los 40’ de la primera etapa, Javier Fano de un cañonazo crucificó al arquero mistiano. Sin duda los arequipeños, dirigidos por Walter Milera, consiguieron su propósito de amarrar el encuentro en el medio campo, con un marcaje cerrado en sus líneas finales, el León no supo abrir los espacios necesarios para anotar o facilitar la media distancia de Fano.
El cuarto partido fue para el recuerdo. Empatamos con Cienciano dos a dos. A los 4’ del primer tiempo adelantó Cuba para el Cusco y a los 13’ Castañeda ponía el dos a cero para los de la capital imperial, la cosa parecía definida. Soucón, hombre hecho para situaciones difíciles, subió al medio campo y bajó Falla de back central, ingresando “Marruque” Baldeón. A los 9’ del segundo tiempo Jaime Torres en una rapidísima triangulación con Ríos consigue culminar con un remate cruzado de derecha. Luego cuando parecía que las cosas quedarían ahí, el León se siguió agigantando, Falla, Soucón y Baldeón se jugaban un gran partido, la angustia de Dennis Vargas Marín que vino trasmitiendo para Radio Tawantinsuyo se dejaba sentir en su narración. El León dominaba las acciones, el portero Ortiz de Zevallos se movía inquieto en el pórtico, hasta que Baldeón habilita magistralmente de cabeza a Trujillo, quién desde la izquierda, en las inmediaciones del área chica, saca un zurdazo cruzado al ángulo alto decretando el empate.
Triunfo sobre Ocopilla. Los tres goles del Cholo Fano
Venía el partido final, necesitábamos ganar. Eran dos los que ingresaban a la profesional. Grau seguía invicto, Huancayo venía segundo con un punto menos, un empate y era subcampeón. A los 5’ del primer tiempo Fano recibe de Ríos y ensaya un remate de fuera del área que no alcanza a detener Gonzales y el primer grito de gol. Uno a cero la primera etapa.
Partido dramático, frente a un Unión Ocopilla integrado por jugadores que en su mayoría ya habían jugado en la división profesional, como es el caso de “Cococho” Reyna. Pero el León supo imponer su fútbol, vigente su habitual salida por la izquierda con “Chani” Follegatti, el mejor zaguero izquierdo de la Copa, con Ríos marcando el ritmo en el medio campo. A los 15’ del segundo tiempo un foul contra Baldeón, aproximadamente a treinta metros del arco adversario, es cobrado por Fano con un tiro pegado al palo derecho del arquero huancaíno y el segundo para los huanuqueños.
A los 30’ estábamos con los rojos del Mantaro sobre nuestro campo y Marticorena consigue poner el dos a uno. La defensa se batía con todo, Soucón lucía con bravura, “Chani” Follegatti haciendo gala de sus recursos técnicos, Muñoz imponía tranquilidad,  Chávez daba seguridad; llegaron los 38’ Baldeón quita una pelota y la toca para Ríos, éste descuenta a un hombre sobre el medio campo y arranca, supera a otro y llega a la línea de fondo por el lado izquierdo, mientras Fano llegaba por el centro, servicio rasante, el arquero se tira a cortar y Fano que seguía en carrera se llevó la de cuero hasta el fondo de la red.
La gran salvada de Chávez
Tres a uno, parecía que terminaba la angustia; no, Torrealba a los 41’ consigue acortar la cuenta. Huancayo jugando sobre nuestro campo, pugnando por el gol de empate que era el gol del subcampeonato, ahí en esos cinco minutos finales surgió la figura, la clase, la experiencia de Carlos Chávez, en el mejor partido que le vi jugar. Le ponen una pelota a Nolly que saca un remate del filo del área chica, vuela Chávez y es suya; vuelve al ataque el equipo huanca, “Cococho” Reyna se enfrenta en un mano a mano al portero huanuqueño y otra vez Carlos gana al detener en un plangeón una pelota colocada a media altura; cuando parecía el empate inevitable, Reyna avanzó por el centro del área, superó a Soucón, el moreno centro delantero se disponía a sacar el remate, Carlos Chávez voló a los pies del atacante de cara a la pelota, casi al ras del suelo, consiguiendo arrebatársela, ante el asombro de los espectadores que ovacionaron al golero huanuqueño. “Cococho” se cogió la cara incrédulo y felicitó al meta cuando se levantó. Chávez sirvió el balón y el árbitro Gonzales pitó dando por concluido el encuentro.
Júbilo desbordante
La alegría fue en el campo, en la tribuna, en las calles de Lima y Huánuco; bajó de las tribunas al campo y llegó a las calles de Lima, avanzó a pie y en carros hasta la Plaza San Martín. Una gran cantidad de hinchas se trasladaron hasta el terminal de la Agencia Nor Oriente, donde se celebró el triunfo, con un Neto Portugal explosivo y jubiloso, había tenido un gran protagonismo;  junto con José Reyes y los otros dirigentes entregaban esta victoria conseguida con esfuerzo, trabajo y fe.
Huánuco esperaba a su equipo, al final el equipo vino por carretera, gran cantidad de hinchas y carros se transportaron hasta San Rafael para esperar a los subcampeones, para celebrar el ingreso al fútbol profesional, Fano era el más asediado por los hinchas,  se había vencido al Ocopilla con sus tres goles, siendo uno de los goleadores del campeonato.
Fue una euforia extraordinaria, un júbilo desbordante, todo el pueblo en celebración.
En Huánuco se empezaba a vivir una nueva realidad, muchas cosas cambiaron en nuestra tierra, no solo en lo  deportivo sino también la social.. El pueblo se  sentía victorioso.


RODOLFO MUÑOZ
El Caballero del León

“Los periodistas me preguntaron de donde era y yo les respondí sin dudarlo: soy huanuqueño. Por algo era el capitán del equipo que derrotando al Unión Ocopilla por tres goles a dos, conseguimos el subcampeonato e ingresamos al fútbol profesional”, quién nos manifiesta esto Rodolfo Muñoz Palacios.
Estábamos cercanos a los treinta años de esa noche en la que el nombre de Huánuco sonó muy fuerte en todo el país. Un equipo que llegó con humildad a la final, tras haber disputado todas las anteriores ediciones de la “Copa Perú” hasta la etapa regional, junto con las representaciones de Ancash, que generalmente eran clubes de Casma o Chimbote, y de La Libertad, entre ellos el Mannucci y el Alfonso Ugarte de Chiclín.
“Los partidos con el Bielovucic y el Santa Rosa eran verdaderos clásicos”, recuerda Rodolfo, “quien salía campeón era el que representaba al departamento”.
“Recuerdo que en la Liga jugamos ese año el partido final contra el Bielo, Cabanillas nos hizo un extraordinario gol de cabeza, nos tiramos con todo adelante, con el empate ellos campeonaban, y contra lo usual saqué un remate fuerte de fuera del área y vencí a Paredes; ahí empezó nuestra carrera hasta la final. Sentí que todos se abalanzaban a felicitarme, fui alzado en hombros. Yo había llegado de Lima en el vuelo de mediodía y tenía que regresar después del encuentro, mi hija había quedado enferma”.
Y recordamos cuantas veces Rodolfo llegaba en los vuelos dominicales de mediodía para jugar en la tarde y estar de retorno inmediato a Lima, su centro de labores. Y sabemos que este caballero sufragaba sus propios gastos, se dirá que eran otros tiempos, pero aun así no es muy común hacerlo,  sacrificándose por el club de sus amores.
Y lo hacía por un equipo de Liga, él había salido de las divisiones inferiores del Alianza, de las manos de Rafael Castillo y los avatares de su actividad laboral lo llevaron a la tierra de su padre: Huánuco.
Se enroló en un club de tercera división, el Mariscal Sucre, equipo de los vendedores de tela del Mercado Antiguo, para luego pasar a militar al León, “club que me gustaba” ... “antes estuve a punto de fichar por el Santa ...” manifiesta.


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