lunes, 6 de abril de 2015

EL LEÓN DE 1994 - Una gran campaña con Ramón Quiroga



Habían pasado más de diez años desde que el  León había perdido la categoría el año 1983,  el equipo se había sostenido  con el aporte y esfuerzo mesiánico de algunos dirigentes generosos, entre ellos Yónel Melgarejo Leandro,  sin lograr resultados que pudieran llevarlo de retorno a la división privilegiada del fútbol nacional.
Los esquemas de competición para el ascenso y descenso habían sido modificados en varias  oportunidades, habiendo pasado desde  la finalísima de la Copa Perú en el Estadio Nacional a los  torneos regionales.
En el año 1991 bajo la presidencia de  quien al año siguiente postuló y fue elegida a la Alcaldía Provincial,    con la dirección técnica de Diego Agurto, se clasificó campeón de la región centro. Este logro le permitió disputar el torneo octogonal enfrentando al Sport Boys, equipo que lo derrotó en la contienda de los penales. 
En 1992 se produce una nueva modificación en la disputa del torneo descentralizado,  volviéndose al certamen de  dieciséis equipos, integrados a partir de los campeones regionales del año anterior. El León fue invitado a participar  por su condición de campeón regional del centro.
 La figura que se posesionó del corazón de la hinchada fue el brasilero Ze Carlos quien en más de una oportunidad fue llevado en hombros por los hinchas,  desde el estadio  hasta la Plaza de Armas.
Tanto en este torneo como en el de 1993 el León tuvo una discreta campaña.
El torneo de 1994 lo iniciaron con un cambio en la Dirección Técnica, esta vez asumía la conducción  del equipo crema el ex arquero del seleccionado nacional Ramón Quiroga.
En el torneo apertura jugado en dos series, el León ocupó el segundo lugar de la serie A con diez puntos, con el mismo puntaje de Sporting Cristal.
En la segunda rueda las cosas mejoraron bajo la dirección técnica de Ramón Quiroga, hubo una importante inversión y  el equipo fue reforzado,  habiéndose librado encuentros memorables, como aquel jugado en Huánuco el 23 de octubre frente a Alianza Lima, al que derrotaron por 4 a 3.
Este partido había concitado gran expectativa en los aficionados, no solamente por el atractivo que constituía la presencia de Alianza Lima sino la campaña que venía cumpliendo el León, eran muchas  fechas que se mantenía ganador en casa y sin derrotas fuera.
El estadio que aun no ampliaba sus tribunas,  en medio de un júbilo desbordante, con serpentina, papel picado, banda de músicos, megáfonos y barras,  reunía aproximadamente diez mil espectadores.
Los cremas,  dirigidos por Ramón Quiroga vestido con indumentaria veraniega,  salieron al campo con Salazar en el pórtico, Luis Reyna, Raúl Mejía, Dany Chumpitaz e Ismael Zegarra en la defensa; Carlos Cumapa, José Castillo, Guillermo Duffó y Giuliano Portilla en la media; quedando a la ofensiva Oscar Cardozo y Raúl Cano.
Al minuto de iniciadas las acciones Dany Chumpitaz con un soberbio disparo anota el primer tanto del partido haciendo estallar las tribunas.
 El partido se tornó intenso, el Alianza que herido buscaba emparejar el marcador y el León que trataba de ampliar la ventaja, los arqueros empezaron a ser los protagonistas. Así llegó el minuto 31’,  en el que Cardozo recibió una devolución de Cano y con un tiro bien colocado venció la meta aliancista. El descuento no se haría esperar y a los 36’ descontaba en el marcador. Los equipos se fueron al descanso dos a uno.
Para la segunda etapa había subido la temperatura en las tribunas y en la cancha, la ansiedad por el gol era evidente en las dos huestes. El Coyote Mejía se batía en la línea final del León en su función de libero, silenciando todas las expectativas  adversarias de gol. Hasta que a los 14 minutos de la segunda etapa un desenganche de Portilla,  termina con un fuerte remate de zurda decretando el tercer tanto. Tres  minutos después Cano pondría el marcador 4 a 1 y el delirio en las tribunas. La alegría no duró mucho,  a los 74 Jayo Legario descuenta y aumenta a los 80 poniendo 4 a 3,  el Alianza a tiro de empate. La angustia subió la temperatura emotiva, el Alianza con todo y el León sin replegarse, buscando que salir por las bandas, obligando al Alianza también a defenderse, en ese ir y venir a los 88 minutos se produjo un gol de Saavedra, empatando el partido, la tribuna se enfrío, pero el árbitro Chapell anuló el tanto por posición adelantada. El León había ganado al equipo de Brizick en el mejor y más emotivo partido que vio Huánuco en muchos campeonatos.
Otro partido memorable en esta campaña fue el jugado frente al Universitario,  al que derrotaron por dos tantos a uno con goles de José Castillo e Ismael Zegarra.   
El León había llegado a 38 puntos al término del campeonato, ubicándose en el cuarto lugar del torneo después del campeón Sporting Cristal, Universitario y Alianza Lima, lo cual le valía para disputar la preliguilla, en la que eliminó al Ciclista Lima, ganándose el derecho de disputar la Liguilla por el subtítulo y la clasificación a la Copa Libertadores, en esta etapa tendría que enfrentarse a la U, Alianza Lima y Deportivo Sipesa.
Al final del  torneo ocupó el tercer lugar igualado con Universitario,  tras perder con el Sipesa y Alianza Lima, venciendo en el encuentro final a Universitario de Deportes, cotejo  jugado la tarde del 18 de diciembre.
Había ido al Estadio Nacional con mis entonces menores hijos,  que me pidieron  ser mascotas, Christian Madrid me ayudó en esto, y esperé la salida del León en la boca del túnel,  Vega Centeno cogió a mi hijo menor Juan,  que vestía de arquero,  y el Coyote Mejía  a mi hijo mayor David.
Esa tarde vi al León cuya campaña la había seguido desde los periódicos unas veces, en otras por la televisión cuando no por la radio.
Por fortuna estuve sentado junto al  gran capitán del León Rodolfo Muñoz, que me contó que había seguido al equipo en todos  sus partidos en Lima, nos pusimos a conversar de la gran actuación que cumplía Mejía como líbero.
León salió al campo de juego con Enrique Vega Centeno en el arco; Luis Reyna, Raúl Mejía, Ismael Zegarra, Julio Chicoma en la defensa; Dany Chumpitaz, Carlos Cumapa y John Barrueta en la media; Luis Cardozo, Ward y el uruguayo Pedro Varela en el ataque.
Ambos equipos salieron a jugar abiertos, sin  marcas apretadas, era un ir y venir desde los primeros minutos, tanto que a los 8’ de la primera etapa Torrealva  abría el marcador para los cremas, yéndose al descanso con este tanto de ventaja. .
En la fase complementaria el Puma Carranza anotó el segundo gol de los locales. Una rápida reacción del León y a los 14 Varela descontaba en el marcador que sería emparejado dos minutos después por Ismael Zegarra, al tomar un rebote del poste ante remate de Cano, A los 44’  Ismael Zegarra anotaría el gol de la victoria. 
Fue un acierto la contratación de Ramón Quiroga, quien asumió la dirección técnica con mucha audacia, ubicó a Raúl Mejía que era puntero en función de libero, mientras Dany Chumpitaz y el uruguayo Gustavo Manchaín cumplían en eficiencia en el fondo,  los marcadores Reyna y e Ismael Zegarra tenían salida y llegada al gol contrario; en el medio terreno el capitán Carlos Cumapa era el aporte de temperamento y fibra,  Giuliano Portilla volante o marcador   fue ubicado en función de diez, en la delantera Raúl Cano, el goleador del equipo, y Pedro Valera, se convirtieron en dos arietes de fuste. . A esto había que sumar los aportes  de  Luis Cardozo y William Ward, y de los huanuqueños John Barrueta y Christian Madrid.
Con lo que el León cerraba su mejor campaña hasta ese momento, se había ubicado en cuarto lugar al final del torneo y había disputado la liguilla por un cupo de  la Libertadores,  ingresando por primera vez al grupo de los cuatro grandes del fútbol peruano.


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