domingo, 5 de abril de 2015

EL ZURDO ORDÓÑEZ



Fue uno de los futbolistas más populares del balompié huanuqueño en los años cincuenta.
Esta condición la debió a sus excepcionales cualidades balompedísticas, así como a su gran calidad humana, cuya faceta mayor era su sencillez.
Fue el primer futbolista huanuqueño que conocí y naturalmente me hice hincha de él. Lo vi por primera vez en un campo deportivo cuando se jugaba el Campeonato Departamental en conmemoración al “Centenario del Nacimiento de Leoncio Prado” en 1953, torneo en el que resultó campeón el equipo de Ambo.
Fue en el partido que jugaba la selección de Huánuco con la de Tingo María, ingresé al Estadio “Leoncio Prado” cuando se había sancionado un tiro de penal a favor del equipo huanuqueño y el público, dividido en dos sectores, uno pedía que lo tire el “Zurdo”  y el otro que lo tire Walter.
Luego lo seguiría viendo en el extremo izquierdo de las conformaciones del “León de Huánuco”, cuando lucía su casaquilla amarilla y pantalón granate. Era en esos años la figura más representativa del hoy equipo crema. Mucho del poderío del León reposaba en su capacidad futbolística, ora desbordando con amagues a velocidad por la banda, haciendo gala de un pique extraordinario o entrando en diagonal penetrando con picardía sobre las marcas adversarias para culminar su acción con un furibundo zurdazo, que tanto temían los arqueros.
Pero el “Zurdo” a quién vi en mis inicios de aficionado con la divisa del León se inició en el “Santa Rosa”, don Hipólito Salazar, mejor dicho don “Polito” uno de los gestores del nacimiento de la institución rosada, conservaba un cuadro dibujado por “Mecho” Chamorro de la reserva del equipo; ahí aparece el “Zurdo” Ordóñez de puntero izquierdo.
Luego siguió su actividad en el “León de Huánuco” y fue hasta próximos los sesenta integrante indiscutible de la Selección de Huánuco como puntero o interior. izquierdo, alternando en estas ubicaciones con “Tito” Gonzales.
El “Zurdo” Ordóñez fue un delantero que tenía todos los atributos para triunfar en el fútbol moderno, en su momento fue tentado por la capital, pero él prefirió seguir en su tierra regalándonos su picardía y capacidad goleadora.
Era un jugador sumamente veloz, con un pique impresionante, hábil en la gambeta, llevaba la pelota delante de él y descontaba a sus adversarios con amagues, cuando no se hacía el auto pase de jugar la pelota por un costado del adversario, salir por el otro y coger la diagonal con destino al gol. Esa jugada la escuché aplaudir frenéticamente a “Pocho” Rospigliosi cuando comentaba una acción de juego similar realizada Cubillas, calificándola como única. A nosotros no nos admiraba, porque la habíamos visto  hacer con frecuencia al “Zurdo”.
Tenía otra jugada llena de picardía, arrancaba dejaba la pelota tras de él y la levantaba con el taco por encima de su cabeza y del adversario, para emprender el camino del gol. Era realmente espectacular.
En una oportunidad conversábamos con “Neto” Cisneros sobre los mejores ejecutores de penal que habíamos visto en el fútbol nuestro y me dijo sin pensar dos veces: el “Zurdo” Ordóñez. La colocaba con precisión en los ángulos bajos o recurría a su violento shot. En los tiros libres imponía la potencia de su remate peligroso inclusive desde media distancia.
 El “Zurdo” fue un puntero izquierdo con gol. Fue uno de los goleadores que tuvo el  fútbol huanuqueño, en una época en la que los extremos limitaban mucho su función a centrar el balón, él buscaba el arco, ya sea llegando al área en base a sus atributos o rematando desde fuera.
Supo combinar la habilidad individual con la función de equipo. De la misma manera como se integraba en lo humano al colectivo, también sabía hacerlo en el campo, cuando había que arrancar desde atarás y recoger pelotas en el medio terreno.
Hasta que llegó un día en que el “Zurdo” se retiró en silencio, sin que nadie se lo pidiera, sin embargo se le extrañó por mucho tiempo en los campos, sobre todo cuando el León emergió a la división profesional.
Manuel Ordóñez Briceño ha sido uno de los futbolistas más completos del balompié huanuqueño, un puntero izquierdo goleador, con capacidad para desenvolverse en los diferentes espacios del campo y resolver los problemas con inteligencia o habilidad.
La misma simpatía y admiración que despertó en los campos de fútbol, la recibió  en el campo de la vida, ahora  en el  infinito sigue siendo recibiendo un afecto engrandecido.
El “Zurdo” Ordóñez,  fue grande en el campo y grande en la vida.     








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