lunes, 6 de abril de 2015

BRASIL GANÓ LA JULES RIMET



Ayer culmino la disputa de la “Jules Rimet”. Ya concluyo su trajín. Ahora será guardada celosamente en una exótica vitrina de la Confederación Brasilera de Deportes y danzaran la zamba en torno a ella.

Con la posesión definitiva de la Jules por parte de Brasil concluye una etapa del fútbol mundial, que naciera hace cuarenta años en el Estadio Centenario de Montevideo.

Desde entonces conmovió al mundo. Hubieron  pueblos que soñaron con ella. También quienes la tuvieron en su poder y se resignaron a perderla. Bravos capitanes de selecciones campeonas quisieron llegar al techo del mundo para lucirla con orgullo y hubo también quienes lloraron por la frustración de su anhelo.

Y Brasil se quedo con ella, de cuarenta años de disputa necesito de doce para adjudicársele definitivamente el coloso de Rasunda Brasil pisaría el primer peldaño al derrotar a Suecia en el encuentro final; luego en Santiago terminaría con los afanes checoeslovacos, llego la caída de Liverpool, hasta que en el estadio Azteca derrota a  Italia en la final, logrando su conquista definitiva.

Triunfo definitivo de Brasil. Venció el fútbol que supo combinar con inteligencia la innata picardía con el sistema táctico para llegar a la victoria. Mas allá de la extraordinaria hazaña brasileña, la Copa guardara el recuerdo de las hazañas inolvidables de quienes lucharon por ella, sintiendo la fiebre de la garra uruguaya evocará 1930 y el maracanazo de veinte años después; su nostálgica mirada anclara en la península itálica, vencedora en 1934 y 1938; sentirá el pesar de los favoritos húngaros, derrotados por Alemania en 1954;  y sonreirá al pero Pickles que la hallara escondida antes del mundial ingles que  coronara la victoria de los locales en 1966.

Y brindaran junto a ella los campeones de hoy con los de ayer, mientras Jules Rimet descansa en paz.Paradójicamente jamás pudo ver campeonar a una selección brasilera. Su muerte en 1956 hizo que viera su ultimo mundial en Alemania, cuando depositara en manos de Fritz Walter, capitán de la selección germana, el codiciado trofeo.

Ya la Jules Rimet tiene dueño. Brasil esta de carnaval. Latianomerica acompaña su alegría. Triunfo el balompié del nuevo continente. Salve campeones mundiales de todos los tiempos. Y la Jules se fue a la tierra de Pele. Se ha quedado en la vecindad. Cansada de los mares y los vuelos. La rubia francesa bailara zamba por siempre.

















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