domingo, 5 de abril de 2015

CÉSAR CHACÓN - Un Gato que nació León



 Vi  jugar al “Gato” Chacón, desde cuando  tenía diez o doce años, en la cancha de “Shupe” Egoávil, ubicada en la cuadra doce del jirón San Martín, a media cuadra de la Iglesia de San Francisco.
Se ingresaba por una de las puertas del domicilio de don Andrés Egoávil Sánchez, entonces ponderado trabajador del Concejo Municipal.
Nosotros accedíamos a ella merced a la amistad con su hijo, también llamado Andrés y heredero del apelativo familiar de “Shupe”.
Habitualmente este campo era frecuentado por muchos de los integrantes de las divisiones inferiores del Club Leoncio Prado, como Oscar Chacón, Lucho Quiñónez, Juan Quiñónez y con ellos el aún infante César Chacón.
Pero, al que va a ser buen vino se le ve desde cuando es uva, el “Gatito” César, como lo llamábamos aquella época, mostraba ya sus aptitudes. Siempre gustaba jugar de defensa, manejaba los dos pies y le encantaba hacer chalaquitas. No temía de enfrentar a los mayores o más grandes. El “Cura” Salazar, habiloso puntero del Estrella, tenía problemas para superarlo.
En ese entonces todavía no se había fundado el San Francisco y César decidió incursionar aún púber en el fútbol oficial, afiliándose al Sport Boys en la tercera división.
Después, su paso al Prado donde se convierte en caudillo y empieza a lucir junto a su capacidad técnica, el gran temperamento del que siempre ha hecho gala cuando está en el terreno de juego, rápidamente y sumamente joven se encumbró como una de las figuras de nuestro fútbol.
También defendió la divisa celeste de los huallayquinos del Sporting Tabaco,  fue titular en la zaga de la selección de Huánuco en la etapa clasificatoria de los campeonatos nacionales de 1965 y 1966; con la divisa de la selección  es de importante recordación aquel partido que  ganó al Deportivo Municipal de Lima por tres a dos, que venía de campeonar en el apertura, César cumplió a gran altura e interesó a los del equipo de la franja. Llegó a constituir con Spencer Belgrano, Nilo Figueroa y Manuel Murga una zaga digna de recordación en la selección de Huánuco.
En 1969 se incorporó al León de Huánuco, convirtiéndose en titular indiscutible de la zaga junto a Rodolfo Muñoz, jugando los torneos locales y la “Copa Perú” hasta 1971.
Eran evidentes las posibilidades que tenía para emigrar a otras instituciones y buscar una nueva perspectiva futbolística fuera de Huánuco, ya había dado muestra de ello en las diferentes contiendas que le había tocado participar.
Así fue como el “Carlos A. Mannucci” de Trujillo, entonces en la división profesional, contrató en 1972 los servicios de César Chacón, José Luis Cabanillas y Santiago Madrid.
Después de un breve paso por tierras trujillanas, retornó a raíz de una lesión que sufrió en uno de sus primeros partidos, incorporándose al club de sus amores el San Francisco.
Ahí continuó su carrera deportiva como entrenador, función que ha desempeñado en diversas instituciones como el Deportivo San Cristóbal y en más de una ocasión en el León de Huánuco donde ahora cumple un importante trabajo en las divisiones menores. También ha dirigido al Alianza Huánuco, habiendo conseguido significativos  logros, en diferentes instancias de la competición de la “Copa Perú”, como también en el nivel profesional.
César muestra en el ejercicio de técnico la misma fibra que lucía cuando se paraba en el centro de la zaga, mostrando una firme vocación por el ejercicio de esta difícil actividad, donde la energía es una de sus principales características.
En realidad, César dejó los campos cuando aún tenía mucho más que dar, las circunstancias se dieron de esa manera, mas lo que nos brindó tuvo la calidad suficiente para poder calificarlo como uno de los grandes zagueros que ha dado el balompié huanuqueño.





  





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