domingo, 5 de abril de 2015

EL MUNDIALITO DE FULBITO



Corría el año 1971, se iniciaba el verano en la ciudad de los jirkas milenarios, cuando en el barrio conformado por la urbanización de los empleados del Banco de la Nación, surgió una convocatoria que llamaba a participar en un Campeonato Mundialito de Fulbito para la categoría infantiles.
Quien lideraba la iniciativa era el entusiasta Dr. Mardonio Apac Palomino, con la colaboración del profesor Eugenio Pastrana Chamorro, Eduardo Sánchez Guerra, Eduardo Bernal y otros entusiastas vecinos.
El primer torneo, en el que participaron más de veinte equipos, todos ellos identificados con nombres de países, tuvo como escenario final la Plaza de Armas, frente al local municipal. Parecía que campeonaba Perú, ahí estaban los Pastranita, pero resultó campeón Brasil capitaneado por el “Chato” Saavedra, equipo del barrio de “Batán”. Uno de los favoritos había quedado en el camino: China, calichín del Santa Rosa dirigido por Víctor “Chileno” Fernández. Los blanquirojos tuvieron que esperar el año siguiente para campeonar.
La tercera final otra vez tuvo como escenario la Plaza de Armas, esta vez frente a la Catedral, el árbitro fue el Tnte. GC Chávez Chávez. Cuba dirigido por Aquiles Céspedes derrotó a China en partido dramático, con lágrimas de vencedores y vencidos, éstos momentos más tarde vivirían un drama mayor, don Víctor Fernández Mazuelos a esas alturas del día fallecía en la ciudad de Lima.
El cuarto año, mayor motivación, más participación de equipos, final de bandera en el Coliseo “Kotosh”. En la semifinal China era virtual campeón al superar por goleada al equipo de Perú, que esta vez era de Huallayco, el partido final no ofrecía mayor dificultad. Recuerdo al arquerito Polo, a “Peñaco” Gonzales, los hermanos Solano. Fiesta santarrosina, “Chileno” desde arriba se había cobrado la revancha, los dirigidos por su hijo José alzaron con el trofeo.
A cada nueva versión nuevos equipos, más entusiasmo, este torneo fue avanzando y tomando cuerpo en todos los sectores citadinos y estratos sociales, cada país identificaba a un barrio o a un grupo humano.
En el quinto torneo la novedad fue la presencia de Atlántida, conformado por canillitas y lustrabotas, una circunstancia feliz nos permitió ser sus promotores con Alejandro Chepe, Mecho Chamorro, Orlando Beraún, a requerimiento de Raulín, Mena, Aniceto y los demás chiquillos de la Plaza de Armas.
Siempre fueron animación en el certamen, mas no lograron campeonar, llegaron en un campeonato hasta el tercer lugar, cuando fueron sacados de carrera por Brasil, a la postre campeón. Su entrenador durante los primeros años fue ese charapa grande Manuel “Juanjui” Rodríguez, que se entregaba a prepararlos con especial dedicación; ahora ellos mismos administran su dirección técnica.
Han pasado muchos campeonatos, siempre ha habido equipos tradicionalmente favoritos, como Etiopía de “Neki” Malpartida, que tuvo que bregar largos años para obtener más de un campeonato; Cuba y España de Aquiles Céspedes, cantera del Tarapacá y Municipal, China de los “Chilenos”, Atlántida de los lustrabotas.
 El equipo de Corea, campeón de 1980,  fue invitado por la Vini Ball a jugar un torneo de la categoría infantiles en la ciudad de Trujillo. El equipo huanuqueño, bajo las órdenes de Aquiles Céspedes, viajó reforzado constituyendo casi una selección, participaron en certamen ocho equipos. El primer partido perdió con Trujillo  por uno a cero, en el segundo encuentro venció a Chiclayo dos a uno y en el tercer cotejo venció por uno a cero al Cusco, pero no alcanzó para jugar la final.  Destacaron las figuras de Ricardo Milla, Hernán Cavalié y Roger Huerta, el caudillo del equipo.
Podría decir sin temor a equivocarme, que desde que el torneo tomó cuerpo, raro debe ser el futbolista que de niño  no haya participado en él, por uno u otro equipo, muchos como José “Leche” Pérez,  John Barrueta,  Carlos Escalante  llegaron a jugar por el León y Ricardo Milla en el Boys y el León; Percy Figueroa Bermúdez, fue goleador entre los niños luego del Tabaco en la Liga; Heberth “Pavito” Tarazona y Régulo Rojas lucieron en el Santa Rosa,  en las diferentes etapas de la “Copa Perú”, el “Gitano” Solano brilló en el Alianza Huánuco, así como Patuco Millán. Ejemplos como estos es fácil encontrarlos.
Mas es necesario relievar otro aspecto importante, que va más allá de lo deportivo: es la movilización que genera la participación de los infantes. Al lado de cada niño están sus padres, familiares,  los vecinos del barrio o grupo humano, los amigos del colegio. De ahí que durante los meses de vacaciones escolares los escenarios donde se desarrolla este evento están totalmente colmados de espectadores,  con una concurrencia que a veces se extraña para los partidos de Liga.
En un comienzo el escenario fue el Parque “Amarilis”, luego se extendió a los campos adyacentes a la Piscina “Consuelo Changanaquí”. Cada vez la participación es mayor, los equipos hace mucho tiempo que pasan la centena, se juega simultáneamente en diferentes escenarios de nuestra  ciudad. Huánuco entero está en el evento,  por alguna u otra razón. Es innegable el poder de convocatoria que tiene el deporte, sobre todo cuando éste se expresa de manera auténtica,   como es en el caso de los niños
Este certamen es parte de la tradición deportiva de nuestro pueblo y con justicia se le identifica como el “Mundialito de Mardonio”.




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