domingo, 5 de abril de 2015

EL LEÓN DE HUÁNUCO EN LA PRIMERA COPA PERÚ



Los campeonatos nacionales, en los que participaban los seleccionados representantes de los departamentos, fueron relevados por la “Copa Perú”, esta vez a nivel de equipos campeones de liga. El que obtenía el título en la final jugada en Lima, ingresaba al fútbol profesional.
En 1966 la Federación Peruana de Fútbol presidida por Gustavo Escudero experimentó con un torneo al que lo denominaron Descentralizado, en el que participaron como invitados los equipos del Miguel Grau de Piura, Alfonso Ugarte de la Libertad, Octavio Espinoza de Ica y Mariano Melgar de Arequipa; de ellos solamente se quedó en la división profesional el Miguel Grau, al quedar ubicado entre los seis primeros equipos del campeonato, los restantes volvieron a su jurisdicción a jugar la “Copa Perú”.
A  partir de 1967 se instituye la “Copa Perú”, los estadios vacíos había que llenarlos con público provinciano. La competencia se estructura a partir de los campeones de las ligas distritales, que habían sido instituidas, luego entre los equipos campeones provinciales para clasificar al campeón departamental.
Los campeones departamentales se agrupaban por regiones, a Huánuco le correspondió la Región Norte “B”, conjuntamente con los departamentos de Pasco, Ancash y La Libertad.
Los campeones regionales en total de seis, pasaban a jugar la final para clasificar al campeón de la “Copa Perú” y determinar que equipo o equipos ingresaban a la división profesional del fútbol peruano.
Como puede apreciarse, la “Copa Perú” empezaba en el campeonato de Liga, la misma que adquirió el nivel de distrital, pues antes se denominaba Liga Provincial a la liga correspondiente a la capital de la provincia.
En Huánuco provincia sólo existía la Liga Distrital de Huánuco. En el torneo de esta liga jugado en 1966 se definió la historia del balompié huanuqueño, León y Santa Rosa llevaron la definición del campeonato hasta un partido extra. El Santa había derrotado al León en las dos ruedas, sacando seis puntos de ventaja, pero derrotas inexplicables para los rosados, frente a elencos que en ese momento trataban de librarse de la baja como el San Cristóbal y Amarilis, fueron determinantes para que al final del torneo terminaran igualados en puntaje.
Al final el León campeonó en el certamen de la liga y superó a sus adversarios de provincias el Deportivo Unidad Sanitaria de Tingo María, Aurelio Cárdenas de La Unión y Defensor Ambo. También en esta etapa hubo un partido de definición, los tingaleses y huanuqueños ganaron sus respectivos partidos de locales, igualando en puntaje.
Recordamos, en ese primer torneo los equipos se podían reforzar y la mayoría de los refuerzos cremas fueron jugadores del Santa Rosa.
La definición se jugó en cancha neutral, en este caso Ambo. Tras un primer tiempo parejo en el que se temía las posibilidades del León, ingresó Manuel Espinoza y el partido dio un vuelco, los cremas se impusieron por siete tantos a uno y con ello ganaron el derecho de representar a Huánuco en la Región Norte “B”, enfrentándose al América Samanco equipo chimbotano que representaba a Ancash, Carlos Valdivieso de Atacocha a Pasco y Alfonso Ugarte de Chiclín a La Libertad.
El León contrató los servicios del entrenador Carlos Alberto Viera, brasilero nacionalizado colombiano. A pesar de la expectativa que generó su presencia, se consideraba que se había cometido una injusticia con el profesor Eugenio Pastrana Chamorro que prácticamente había formado este equipo desde las divisiones inferiores, donde el núcleo mayor se concentraba en el Cachorros de la tercera división.
Como el equipo campeón podía reforzarse, se realizó una convocatoria amplia considerando a jugadores de varias las instituciones,  quedando al final conformado el equipo con los siguientes jugadores:
Arqueros: Carlos Chávez Huapalla del León y Alejandro Choy Zegarra del Santa Rosa.                                                                                                                   
Defensas: Mario Zavala Acosta del Mateo Aguilar, Adolfo Valdivia Tello y Rodolfo Muñoz Palacios y Guillermo Showing Bermúdez del  León,  Manuel Murga Lima y Alfieri Follegatti Gallardo del Santa Rosa.                                                                                                                                              
Mediocampistas:; José Luis Cabanillas Cabrera y Humberto Benancio Valdivia del León, Mardonio Baldeón Malpartida del Arabecks y Luis Sandoval Rojas Santa Rosa.                                  
Delanteros: José Quiñónez Castañeda del Leoncio Prado,  Santiago Madrid Lombardi,  Jaime Torres Carrasco, Jaime Isuiza y Carlos Trujillo Ruiz del León.  Javier Fano Argandoña y Manuel Espinoza del Santa Rosa,  Saúl Advíncula Rojas del Celendín.                                                                                                                                                                                                                                                                       
El entrenador Viera trató de crear una nueva estructura, de ahí que muchos jugadores inicialmente fueron ubicados en funciones diferentes a las que habitualmente cumplían en sus equipos, no siempre obtuvo los resultados que deseaba.
El León ya jugaba con un cuatro dos cuatro, con Humberto Benancio como volante defensivo, ubicado entre Muñoz que estaba al centro y Showing en la izquierda, y José Luis Cabanillas, interior nominal, que  cumplía las funciones de creación, en esta zona ubicó a Sandoval, habitual puntero izquierdo, para acompañar en la función creativa.
Ahora, sí vemos este equipo, los que anduvimos en los escenarios deportivos de la época vamos a ratificar que la mayoría de los integrantes tenían una versatilidad extraordinaria, casi todos los defensas podían cumplir con igual eficiencia funciones de centrales o marcadores, como es el caso de Murga, Follegatti y Valdivia; había mediocampistas con capacidad defensiva como el caso de Benancio y otros de creación como José Luis Cabanillas, que también se desempeñaba bien como delantero; estaban delanteros que podían alternar en cualquier puesto de vanguardia como Jaime Torres y Manuel Espinoza o en el mediocampo como Luis Sandoval. Alguno de ellos por sus características y condiciones especiales se les explotaba mejor en determinada ubicación, como es el caso de Javier Fano en el puesto de centro delantero o Carlos Trujillo como extremo izquierdo
La etapa regional empezó el 2 de abril con el partido entre el León de Huánuco y América Samanco en el Estadio “Leoncio Prado”, el que concluyó con el marcador en blanco. Los pescadores traían como figura a Capurro, goleador nato, que después militó en el José Gálvez y Defensor Lima. El partido estuvo lleno de roces, los samanquinos vinieron por el empate, trataron de frenar con juego fuerte el arresto de los locales. Pitín Sandoval fue una de las víctimas de la recidumbre visitante, ante la complacencia del árbitro capitalino García, los de la divisa aurinegra lograron su propósito de llevarse un punto.
En el partido siguiente los de América Samanco perdieron por cuatro a tres en Cerro de Pasco, “la altura mareo al mar” decía Pepe Alfonso García periodista cerreño.
En el segundo encuentro el León venció por cuatro a uno al Carlos Valdiviezo, que tenía como figura al “Mitrón” Cáceres, oriundo de las canteras de la Academia Soriano que deslumbró en el Estadio Nacional cuando era calichín,  en un preliminar del partido entre los Olímpicos de Berlín con las viejas glorias de Argentina. La otra figura del elenco cerreño era un paisano nuestro, de origen santarrosino, el Sacacho Milker Tuna Cortina, volante técnico, de toque fino, diestro en la ejecución de tiros libres, que cuando le tocaba marcar imponía fuerza y respeto.
El primer tiempo terminó tres a cero con goles de Pepe Quiñónez a los 17’ y Jaime Torres a los 40’ y 44’, en el segundo tiempo aumentó Fano a los 3’, mientras que a los 23’ descontaron los pasqueños por acción de Cáceres. Esta fue la primera vez que Enrique Labó vino a Huánuco y actuó como segundo juez de línea, recién empezaba, era de la promoción de Jorge Ingunza Chiriboga.
Mientras que en el Mansiche de Trujillo el Ugarte ganaba al América Samanco por uno a cero.

El 19 de abril al León le tocaba enfrentar en  Chimbote al América Samanco. Viajamos junto con la delegación los integrantes de “Antorcha Deportiva” Pepe Reyes, Roque Visag y quien escribe, lo hicimos en la empresa San Cristóbal.
Como el partido siguiente era con el Alfonso Ugarte de Chiclín, se estableció como centro de operaciones la ciudad de Trujillo, haciéndose el viaje directamente hasta esta ciudad.
El día del encuentro en la mañana el equipo se trasladó de la capital liberteña a la sede de la capital pesquera. El encuentro se jugó en el Estadio del Vivero Forestal de Chimbote, que tenía una tribuna muy pequeña, desde ahí realizamos la primera trasmisión interdepartamental.
El partido fue parejo, Jaime Torres jugaba un partido extraordinario y estaba destinado a ingresar al registro de autores de grandes goles. Los dueños de casa ganaron por dos a uno. A los 35’ abrió la cuenta Bonifaz de tiro libre, en el segundo tiempo aumentó la cuenta Peralta, que después militaría en Defensor Lima, la “U” y llegaría a la selección. A los 29’ desbordó Shanti Madrid y sacó centro al filo del área, se elevó Jaime de espaldas al arco, en el aire se inclinó ligeramente hacia la izquierda, para pegarle de derecha y anidarla en el ángulo alto, pegada al palo izquierdo del arco defendido por Mazza.
Ha sido uno de los mejores goles que he visto. Los chimbotanos en gesto hidalgo aplaudieron el tanto y al término del partido lo alzaron en hombros. Un moreno llamado Guillermo Villanueva, que muchos años después vino a Huánuco a dictar un curso de arbitraje, dijo en vos alta emocionado “¡Esos goles sólo los hacía el maestro Villanueva!”; Jorge Espinoza que se encontraba en las inmediaciones y en ese entonces domiciliaba en Casma expresó: “En mi tierra, a cada momento los hacía Lucho Sobero”, el moreno replicó “No he tenido la suerte de ver a ese señor”.
Ese mismo día Ugarte derrotaba en Trujillo al Carlos Valdiviezo por dos a uno.
El 24 de abril el Ugarte venció de local al León de Huánuco por tres goles a cero. El León formó con Chávez; Zavala, Murga, Follegatti, (Showing); José Luis Cabanillas y Benancio; Quiñónez, Torres, Fano, Sandoval y Carlos Trujillo, Los “Diablos Rojos de Chiclín” con Sanguinetto; Meléndez, Arce, Villalobos y Mendoza; Salavarría y Vichera; Carrión, Quispe, Larios y Quipuzco.
Mientras tanto América Samanco vencía a los guindas del Valdiviezo por tres a uno en Chimbote.
En los partidos restantes, en Cerro de Pasco el Valdiviezo cayó por tres a uno frente al Ugarte; luego vendría el partido entre cremas y trujillanos.

El León ya había tomado forma, Viera se había convencido que no tenía mucho que cambiar, sino mas bien utilizar las virtudes de los jugadores y el conocimiento mutuo que existía  entre ellos. La gente del León venía desde el Cachorros en tercera jugando juntos y con los demás desde  el colegio, el barrio y todos se conocían. Acaso Jorge Cabanillas, por ejemplo, no entrenaba junto con Mañuco Espinoza en las madrugadas, al margen de que eran de diferentes instituciones. Así se caminaba.
Entonces no había sino que utilizar el trabajo que desde años atrás habían hecho Eugenio Pastrana en el León y Víctor Fernández en el Santa, enseñando a los jugadores a explotar mejor sus aptitudes, enseñándoles aspectos de carácter técnico y táctico.
En esta oportunidad no vino ningún árbitro de la capital, comprometieron antes de iniciar el partido a Joaquín Gayoso, ex arquero del Alianza Huánuco y de la selección, que solía arbitrar partidos del campeonato de la Liga. Tribuna llena en el Estadio “Leoncio Prado”, no había jueces de línea,  a lo macho, con el público rodeando el campo. Adelantó en el marcador el elenco de la visita por acción de Larios, se suscitó un incidente, un aficionado lanzó una piedra que hirió en la cabeza al juez del partido, quién desistió de seguir dirigiendo.
Nadie quería asumir tamaña responsabilidad; de pronto desde la tribuna, siempre dispuesto a asumir situaciones especiales, surge la figura de Nilo Orihuela, que ya era un árbitro respetado en el medio y también en ropa de calle continuó con la dirección del cotejo, llegando a expulsar a Meléndez zaguero de los ugartinos. El empate llegó por acción de Trujillo, un centro de la derecha, Espinoza cierra la salida de Sanguinetto y el zurdo con un remate cruzado la pone en las redes, decretando el uno a uno.
Todos salimos contentos, había sido el mejor partido del León, logrando empatar a los favoritos trujillanos; quedaban atrás los otros resultados adversos en Chimbote y Trujillo.
En la fecha final León venció por uno a cero al  Valdiviezo en Cerro de Pasco, mientras que los norteños empataban en blanco.
Se clasificó campeón de la serie el Alfonso Ugarte, que a la postre fue el primer campeón de la “Copa Perú” e ingresó a la división profesional junto con el Octavio Espinoza y Juan Aurich que se ubicaron en segundo y tercer lugar.
Había prendido la llama de la “Copa Perú” y para el campeonato siguiente todos los equipos empezaban a mostrar vivo interés por mejorar sus elencos y tentar el título que los llevaría a otras etapas del torneo, Fano y Zavala quedaron en el León, Viera continuó en la dirección técnica.




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