lunes, 6 de abril de 2015

EL MULTIDEPORTISTA CARLOS CHÁVEZ HUAPALLA



Carlos Augusto Chávez Huapalla nació el 21 de febrero de 1939 y al crecer fue descubriendo y haciéndose carne de su ser la convicción de que “el deporte es vida”.
Y esa convicción que son los remos que impulsan su existencia la tradujo en acciones, de ahí que no encontramos un momento que no esté ligado a la actividad deportiva.
Para él “el deporte no solamente es una praxis física o competitiva, sino fundamentalmente es una escuela en la que el hombre se forja espiritualmente, se educa para ser una persona de bien”.
Desde niño sintió atracción por el deporte y encontró especial motivación al ver las actuaciones de su primo hermano, el pelirrojo Manuel Cornejo Huapalla como arquero del León de Huánuco, naciendo su afición al arco y su afecto al entonces club canario, del que se hace socio aun siendo un niño.
En la primaria leonciopradina , donde tuvo como profesores a don Shapaco Doria, Rosas Arteta y  Oscar “Cañón” Ramírez, empezó a entrenar, hasta que un día vio a Dimas Garay y se hizo hincha de él, empieza admirando “su elegancia y su seguridad de manos”
También figura en sus recuerdos Walter Pérez, de quien recuerda sus grandes reflejos y la seguridad en sus salidas, destaca el hecho de haberlo apreciado más  como arquero  que como delantero a pesar de que fue goleador.
Recuerda en el colegio a sus profesores de Educación Física Augusto Espinoza, que enseñaba con el ejemplo y a Augusto Shiggio, un docente que hacía respetar la profesión.
Sus inicios
Desde sus primeros años empezó a desarrollarse como deportistas múltiple, habiendo llegado a establecer en natación 1’ 5”  en 100mts. libre y 1’5” en 100 mts. espalda, marcas cercanas a los registros nacionales de ese tiempo.
En 1958, siendo Director del Colegio el Dr. Héctor Zegarra Araujo, la selección del plantel se enfrentó al juvenil del Club Universitario de Deportes, que había sido campeón invicto en la Copa “Evita Perón” jugada en Argentina, concluyendo empatados a un gol, recuerda que fue el primer partido de importancia que jugó.
Luego viajó al Asiento Minero de Atacocha, donde defendió la casaquilla del Unión Talleres los años 1959 y 1960, año en que es convocado a la Selección de Atacocha para el torneo Inter centros mineros, habiendo tenido como entrenador a Tata Ocampo, que en su época había jugado por el Alianza Progreso de Lima.
Su mejor momento
En  1961 postuló a la INEF e ingresó, siendo recomendado por Raúl Soriano, al Club Santiago Barranco. El año siguiente sería llevado por León Velarde al Porvenir Miraflores donde militó desde 1961 hasta 1964, año en que campeona,  llegando a ser titular del equipo. Fue su mejor momento, tuvo como suplente a Rubén Correa posteriormente arquero de Universitario de Deportes y de la Selección Nacional. Fue convocado a la selección de la segunda profesional, pero por una lesión sufrida en Chincha  fue sustituido por Barrantes.
Su retorno al León
Luego de haber sido becado en los Estados Unidos los años 1964 y 1965, donde siguió el Post Grado en Gimnasia Infantil y se capacitó en rehabilitación física, retornó incorporándose en 1965 al Deportivo Sicaya, logrando el título en el cuadrangular de ascenso a la segunda profesional.
Este equipo,  con Chávez en el arco,   se presentó en Huánuco, siendo comprometido por el León para su reincorporación al seno de la institución.
Encontró en el León gente que se había formado en el club desde juveniles, muy disciplinados, ahí estaban Jaime Torres, Santiago Madrid,  Humberto Benancio, Ronald Zanabria, Javier Fano, Chani Follegatti, hasta donde nos dice “traje una nueva visión del fútbol, había que enseñar a pararse en la cancha, el Profesor Pastrana enseñaba el toque de pelota. A mi llegada empezó una transición  en León, nunca nos golearon y tampoco perdimos en Cerro de Pasco, había sistema de juego, los clásicos rivales fueron el Santa y el Bielo”.
Con el León campeona desde el año 1965 hasta 1972 en que ingresó al fútbol profesional, al clasificarse subcampeón de la “Copa Perú”, en cuya final frente a Junín realizó la atajada más importante de su carrera futbolística.
Continua refiriéndose que “luego de la “Copa Perú” el León se convirtió en una mixtura de equipo, vino gente de Lima que quería contratos elevados y traían todas sus experiencias y costumbres negativas, que se fueron contagiando en el medio”.
“Los dirigentes cambiaron, como institución el León perdió mucho porque  sólo se convirtió en equipo de fútbol. Se perdió organización institucional…”.
“Había gente que se desvivía por el León, el Profesor Pastrana, Fernando Figueroa, Víctor Showing, Ñumico Echevarría a quien el León le deberá una farmacia, todo lo daba él Lindolfo Dos Santos, Pepe Reyes, Ernesto Portugal que en la final del campeonato de 1971 tuvo una intervención decisiva, cuando los demás habían dejado al equipo …”.
Cuando llegó el torneo “Petróleos del Perú”, jugado en 1972, jugó algunos partidos, pero resolvió por asumir el cargo de Preparador Físico; su último partido lo jugó en Chiclayo en 1973 ante una lesión del arquero Sinti., en este año también asumió funciones de Director Técnico del club.
Mientras el León permaneció en la división profesional en múltiples oportunidades fue Preparador Físico y también Director Técnico, recordando como hecho anecdótico que en estas funciones “ganaba menos que los jugadores”, los dirigentes le decían tú eres del León, “cuando había plata se olvidaban de mí, cuando no habían se acordaban y era el técnico …”
En su carrera de entrenador figura la campaña que realizó con el CNI de Iquitos en 1979, cuando lo  llevó del décimo quinto lugar al octavo.
También recuerda que en 1984 fue campeón regional con el Deportivo Anda de Aucayacu, logrando su ingreso a la etapa nacional de la “Copa Perú” y merced a la modificación de las bases del torneo acceder al campeonato descentralizado.
En básquetbol
Se inició en la práctica del básquetbol en las aulas leonciopradinas en forma paralela a la  de jugar fútbol, también en el deporte de la canasta su único club sería el León de Huánuco e igualmente sería hincha de su primo Manuel Cornejo Huapalla.
Recuerda haber jugado en todas las categorías de los equipos de básquet del colegio y del León, y mantiene en su memoria como a uno de los mejores aquel que a fines de los años cincuentas conformaban con  el Profesor Eugenio Pastrana, Ethel Espinoza, Acucho Figueroa y Rafael “Palito” Fernández. Considera que el Profesor Pastrana enseñó mucho en básquetbol,  quizás más que en fútbol.
Sus recuerdos se hacen presentes expresándonos que “entre los años 50 y 60 Acucho Figueroa era un deportista completo, en básquetbol también un jugador completo, “Chapana” Robles un buen canastero y Mirko Cuculiza fue el mejor por su talla y el básquetbol es un deporte para gente de talla”.
En Lima jugó por los clubes Centro Iqueño y García Naranjo de la primera División.
La natación
Ya nos había dicho que la natación era su deporte preferido, además de practicarlo le dedicó un gran interés docente.
Empieza recordando que se clasificó campeón nacional interuniversitario en 1962 en las Olimpiadas de Arequipa, integrando la posta 4x 100 del Instituto Nacional de Educación Física.
“Es un deporte que se puede practicar de acuerdo a la edad durante toda la vida” y así la continua practicando con igual constancia cuando viene avanzando en la década de los sesenta años de edad.
Practicó este deporte desde sus años infantiles, en la piscina de don Samuel Figueroa, siguiendo a los hermanos Mansilla que eran en esos instantes los más representativos de la natación en Huánuco, luego con los hermanos Montoya.
Cuando regresó a Huánuco en el ejercicio de su profesión trabajó intensamente en natación en las escuelas primarias, en las aulas leonciopradinas el año 1967 armó un equipo importante con los hermanos Vela, el “Canelo” Malpartida, a quien considera el mejor estilista de la natación huanuqueña, Oswaldo Campos y Jumpa.
Hablando del deporte huanuqueño
Conversando de nuestro fútbol manifiesta que “en Huánuco siempre hubo buen toque de pelota…”, recuerda a excelente jugadores como el flaco Alfredo Robles, el “Cura” Jesús Espinoza, “Garapuy” Lazarte, el “Loco” Pedro Obregón.  Lucho Sobero y el “Zurdo” Ordoñez, a quienes consideramos los mejores jugadores de la década del cincuenta
Nos ponemos a pensar como habiendo gente tan hábil, siendo tan buenos jugadores, podían ser goleados de manera abrumadora.
Asume una reflexión para decirnos que “el problema era dirección técnica, el equipo no sabía pararse en el campo, entonces venían las goleadas”.
Recuerda que el León que ganó el segundo puesto de la “Copa Perú” de 1972 vino solamente con 14 jugadores, pero traía una experiencia acumulada en los torneos anteriores, a pesar de que muchos ya se habían ido del club, el elenco fue completado con Moisés Fano del Santa Rosa y Marruque Baldeón del Arabecks, y los juveniles Víctor Dávila y Ortega.
También menciona como referentes de calidad en nuestro fútbol a jugadores como Walter Reiterer, Tene Boyánovich, Shipico Rivera, el “Gato” Chacón, Hugo Bolarte, Mañuco Espinoza, Pitín Sandoval.
Viene el recuerdo de Muñoz, que había jugado con él en el Libertad Lince de Lima, que trae consigo la evocación de los backs centrales huanuqueños, así aparece Nilo Figueroa del Municipal, que reforzaba al León en los torneos que organizaba el Club Universitario de Deportes en los meses de verano, destacando  su gran rapidez y ubicación; también elogia la capacidad de Spencer “Penshe” Belgrano, que fue uno de los primeros backs centrales en salir con pelota dominada, al igual que el flaco Robles.
Considera que los mejores deportistas huanuqueños fueron Juan Perrys y Guido Ronquillo; los tres hermanos Cuculiza: Mirko, Orlando y María Luisa y Javier Fano.
“Jorge Cabanillas fue en fútbol el más completo pero Fano hizo más por Huánuco que Cabanillas”.
En Huánuco “Dimas Garay fue el mejor arquero, estuve cerca de él, me enseñaba, tenía una gran seguridad de manos, era mi ídolo y buen compañero de equipo, el mejor arquero peruano Rafael Asca”.
“Mis satisfacciones…”
“Como profesor he sido reconocido y he recibido muchas muestras de agradecimiento y gratitud. He sido estimado por mis alumnos. En Tingo María he realizado muchos trabajos de rehabilitación física, allá ingreso a las casas sin tocar la puerta. En Tingo he hecho una labor que hubiera querido hacer en Huánuco. Quería demostrar que podía, que tenía valor como persona y profesional”.
“En Tingo María formé una academia, he hecho realidad la construcción de un campo de fútbol, un Estadio en la Universidad, un gimnasio”.
“Pero Huánuco es lo que más quiero aunque haya hecho más por Tingo María, ahí me dieron la oportunidad de trabajar en la Universidad”.
Ahora, después de muchos años Carlos Chávez Huapalla ha retornado a Huánuco, a la tierra que lo vio nacer y crecer como persona y profesional, le está entregando el bagaje de sus conocimientos y experiencias, sobre todo de sus inefables vivencias que construyen el espíritu de los jóvenes y deportistas.
Sin lugar a dudas Carlos Chávez Huapalla es la expresión de una vida al servicio al deporte y el más importante multideportista huanuqueño.








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