Llegaron a nuestra
ciudad, con profunda vocación de
maestros y deportistas, los profesores Tazza y Teodoro Mucha, ambos a la
llamada entonces Escuela de Huallayco, la hoy “Hermilio Valdizán”. Unida a su
misión docente traían consigo el deseo de difundir el voleibol en nuestra
ciudad.
No encontraron lugar
más propicio que los planteles de
señoritas. Concentraron su primera actividad en el Centro Escolar Nº 402,
dirigido por la profesora Manuelita López. Hoy este centro educativo lleva el
nombre de la heroína Juana Moreno.
Así, desde este lugar,
fueron pasando a otros planteles de Instrucción Primaria, principalmente al
Colegio de la vocacional hoy “María Auxiliadora”. Además existían los colegios
particulares de la señoritas Schoroder y Laffitte.
El trabajo de estos dos
generosos docentes se inició con la enseñanza de los secretos del voleo. Naturalmente, esto
concitó gran expectativa entre las jóvenes y niñas de ese tiempo, “que nos
teníamos que resignar a ser meras espectadoras de los equipos de fútbol de
nuestro barrio o de aquel en el que jugaban nuestros familiares...” me refiere
mi madre.
“Vimos la aparición del
voleibol como la reivindicación del derecho que teníamos las mujeres de hacer deporte...”
continúa manifestándome y discurre su relato: “Luego nos enseñaron a tejer la
net y entonces la escena voleibolístiaca ya estaba hecha”.
Los patios de los
colegios fueron los primeros escenarios, los padres de familia ya tenían una
nueva razón de expectativa para la atención de sus hijas.
Pero indiscutiblemente,
donde hubo especial acogida y apoyo del mismo plantel fue en la Vocacional, hoy
“María Auxiliadora”, donde también lo entrenaban con Sor Isabel que era de
origen italiano y conocía los secretos de este deporte.
Así llegó el voleibol a
Huánuco, en las maletas de los profesores Tazza y Teodoro Mucha. Esta nueva
disciplina llenó de entusiasmo a las jóvenes y fue proyectándose a los barrios,
mientras los jóvenes veían con simpatía la práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario