domingo, 5 de abril de 2015

EL NEGRO JORGE CABANILLAS



Aún quedaban en Huánuco los vientos de la conquista del Campeonato Departamental que se había adjudicado Ambo en 1953 y jugadores ambinos como los hermanos Lombardi eran siempre convocados al seleccionado huanuqueño, cuando en 1955 apareció en la delantera del Juan Bielovucic un juvenil proveniente de esta tierra, era Jorge Cabanillas Cabrera que había dejado su telúrico Alianza Ambo para incorporarse al fútbol huanuqueño.
Traía en su equipaje la firme convicción que siempre lo acompañó, de triunfar en el fútbol y abrirse paso con habilidad, fuerza y coraje. Desde que apareció en el Estadio Leoncio Prado puso en evidencia sus cualidades de futbolista dotado de aptitudes especiales, era la época en la que brillaban en el León el “Zurdo” Ordóñez y Leonidas Sobero, en el Santa Rosa Walter Pérez y Tito Gonzales, en el Tarapacá Pedro Obregón y en el Bielo todavía se extrañaba a Amacho Dávila, sin embargo fue haciéndose de un nombre tras haber logrado la simpatía de los aficionados por su irrefrenable inquietud goleadora, formando una dupla extraordinaria con Willy Carranza.
Junto a la preparación física y técnica que él cumplía con religiosa disciplina, aun cuando fuera individualmente, también se dedicaba a sus estudios en el Instituto Industrial “Hermilio Valdizán”, llevando entre las sienes la idea fija de triunfar futbolísticamente en la capital, su objetivo era convertirse en profesional del fútbol.
Así fue forjándose día a día, hasta que en 1957 se incorporó al “León de Huánuco”, en dos años había ido madurando e inclusive empezaba a proveerse de mayor envergadura física y potencia, era habitual ir al estadio cuando jugaba el León a ver los goles del Negro Cabanillas, como cariñosamente lo bautizó la afición.
El año 1957 fue prodigo en la presentación de equipos capitalinos en Huánuco y Jorge era el refuerzo obligado de los equipos huanuqueños, cuando no de la selección, como sucedió en el partido que empataron con el Deportivo Municipal de Drago y Seminario, conformando la delantera con Jorge Vásquez, Tito Gonzales, Raúl “Pasha” Rodríguez y Miguel Mory.
En 1958 integró la Selección de Huánuco que participó en la eliminatoria departamental, integrando la delantera con “Garapuy” Lazarte, Jesús el “Cura” Espinoza, Primitivo Vivas, Leonidas Sobero, Pedro Obregón y Juvenal Figueroa, vencieron a Tingo María por cinco a cero y a Dos de Mayo por uno a cero, Jorge fue uno de los goleadores del equipo.

Continuo la visita de equipos limeños, enfrentando al Atlético Chalaco, partido en el que obligó a Adolfo Riquelme a realizar una extraordinaria atajada, y al Alianza Lima que vino con  figuras como Barbadillo, Juan Joya, Víctor Benítez, oportunidad en la que también Jorge lució sus importantes atributos futbolísticos.
En 1959 y 1960 también integró como titular la Selección de Huánuco, participando en las eliminatorias con Huancayo.
En ese momento el Negro Cabanillas ya era en nuestro medio una figura excepcional, la afición veía en él la presencia de Huánuco en el fútbol  profesional, así fue que a fines de 1959 viajó a Lima y tras los contactos pertinentes, en los que intervino el Dr. Celso Bambarén, médico huanuqueño del Alianza Lima, fue probado por el club íntimo, institución que le propone su afiliación.
Jorge quería concluir sus estudios secundarios y retornó a Huánuco, donde obtuvo en 1960 el premio de Eficiencia Física Regional, competencia interescolar de carácter multidisciplinario, con pruebas atléticas y natación, poniendo en evidencia sus dotes de atleta que lo potenciaban como un triunfador en el fútbol grande.
Hasta que llegó la hora, en 1961 se incorpora al Alianza Lima, en febrero de ese año firma contrato con la institución blanquiazul por dos años, una prima de S/. 10,000 y un sueldo mensual de S/. 1,000, así apareció en la página deportiva del diario “La Crónica”.
De esta manera se integró al equipo blanquiazul y también a la lucha por un puesto en la línea de ataque, donde figuraban Enrique Tenemás, Emilio Vargas, Guillermo Barbadillo, Eduardo “Sucre” Flores, Perico León, Víctor “Pitín” Zegarra, y Jesús Escate, a ellos se sumó Jorge Cabanillas bajo la dirección técnica de Carlos Gómez Sánchez.
La lucha fue fuerte, especialmente con Eduardo “Sucre” Flores, que era un futbolista de calidad pero que tenía una personalidad problemática..
Pero el “Negro” estaba ahí y tenía que enfrentarse a las contingencias de una realidad difícil, cuando eran solamente diez los equipos profesionales siendo el Alianza uno de los de más difícil acceso, había conseguido ingresar mas tenía que poner en juego todas sus potencialidades para tener un lugar en el equipo, donde eran evidentes los círculos y las argollas de siempre; hasta que llegaron los partidos en provincias, en los que empezó a hablar con el lenguaje de los goles,  jugando en Huancayo anotó dos tantos, siguiendo su racha goleadora en los encuentros en provincias.
Asume la dirección técnica aliancista el brasileño Jaime de Almeida, por quién Jorge guarda especial consideración, se inició el campeonato y empezó a figurar como puntero izquierdo, luego en su ubicación de delantero centro conformando la línea de ataque con Tenemás y “Pitín” Zegarra por la derecha y “Sucre” Flores o Emilio Vargas con Jesús Escate en el ala izquierda; en muchas oportunidades  Perico León aparecía en espera. Jorge respondía la confianza con fútbol y goles.
Los diarios empezaron a ocuparse de él, en Huánuco se seguía con interés sus actuaciones, en noviembre de 1961, “La Crónica” en la pluma de Augusto Moren ofrece el siguiente comentario: “Cabanillas peligroso, más peligroso que “Sucre” y muchas veces el muchacho éste se llevó el ¡oh! sorpresivo de los hinchas que vieron gol en su acción”, fue a raíz de un partido que sostuvieron con Sporting Cristal en cuya defensa estaban Eloy Campos, Orlando La Torre, con quien tuvo siempre duelos especiales, y Víctor Elías.
Era constante la presencia de Jorge en el marcador, la prensa deportiva lo reconocía como un “hombre difícil de controlar”,  al final del torneo Alianza logró el subcampeonato, campeonando el Sporting Cristal. Vino la Copa Libertadores de América y enfrentaron al Vasco da Gama, si bien es cierto que los victorianos perdieron, fue Cabanillas el autor del tanto de honor al batir al legendario arquero Manga.
Vino 1962, Jorge Nicolini asumió la presidencia del Association Chorrillos de la segunda profesional  tomando el nombre de Nicolini Chorrillos, armó una escuadra para campeonar llevándose a José Fernández que era capitán de Universitario de Deportes, a los hermanos Earl y entre los muchos jales importantes a Jorge Cabanillas.
Esa época jugar en la segunda era una verdadera prueba de fuego, no solamente había que tener calidad sino también coraje por la rudeza con que se jugaba, para entrar al área rival había que ser valiente, ahí fue donde Jorge demostró su gran valía de jugador y goleador corajudo, al terminar como goleador del campeonato con trece anotaciones, pese a que su equipo no logró el anhelado ascenso a la primera; Carlos Chávez nos dijo una vez “mientras los demás jugadores saltaban y se cuidaban en el área, el Negro entraba a romper, dispuesto a jugársela con tal de hacer goles” y así logró abrirse paso en el fútbol capitalino, que antes más que ahora era un círculo privilegiado, luchando dentro y fuera de la cancha.
En 1963 emigra a Universitario de Deportes, parece que tuvo que ver mucho en esto José Fernández que retornó a la “U”. También demostró aquí sus condiciones de goleador y delantero versátil, continuando en 1964 año en el  que campeonaron, conformando el equipo titular con Dimas Zegarra en el arco; Moisés Barack, José Fernández y Jorge Fernández en la defensa; Luis Cruzado y Humberto Arguedas en el medio campo; Jaime Ruiz, Ángel Uribe, Alejandro Guzmán, Zavala y él como extremo izquierdo. Fue con la divisa crema que enfrentó en la Copa Libertadores de América al Santos de Pelé y Coutinho.
En 1965 se enrola al Defensor Lima, luego lo haría por  el Porvenir Miraflores  y en  1967  por el Centro Iqueño, cuando ya se había iniciado el descentralizado y se estaba jugando la “Copa Perú”, fue el equipo albo el último elenco limeño que integró, anotando uno de sus últimos goles con esta divisa en Arequipa donde vencieron al Melgar por uno a cero.
En 1968 retornó a Huánuco en circunstancias que el León se preparaba para participar en la segunda versión de la “Copa Perú”, se integró al equipo y en la definición del campeonato con el Juan Bielovucic anotó un espectacular gol de tiro libre, que le dio la victoria a los cremas.
Permaneció en este equipo hasta el año 1970, habiendo intervenido en todas las versiones de la “Copa Perú”, dado a que el León logró campeonar en todos los torneos de la Liga de Huánuco, habiendo incursionado también en las funciones de director técnico.
En 1971, después de muchos años, retornó al club que lo hizo conocido en Huánuco, el Juan Bielovucic, ese año en el partido final el León de Huánuco venció a los aviadores por dos tantos a uno, Jorge anotó el gol del transitorio empate con el que el Bielo se estaba clasificando campeón. Aquí empezó la carrera de los cremas hasta obtener el subcampeonato de la “Copa Perú”, que le permitió el ingreso a la profesional.
El año 1973 se reintegró al León que ya participaba en el campeonato descentralizado, jugando hasta el año 1975, constituyendo por sus condiciones de goleador y su experiencia un aporte importante para el equipo en el que concluyó su carrera.
El “Negro” Cabanillas fue un jugador dotado de excepcionales condiciones físicas y técnicas, que él se preocupaba por desarrollarlas, porque era un convencido de su capacidad no sólo para alternar sino para triunfar en el fútbol profesional peruano.
Jorge Cabanillas constituye el primer jugador huanuqueño que se integra al fútbol profesional y a una institución de la jerarquía del Alianza Lima, donde tuvo que disputar el puesto con jugadores de indiscutible categoría, logrando conseguir su propio espacio y ganar importancia en el concierto futbolístico nacional por sus recursos técnicos y su capacidad goleadora, así como por su fuerza y coraje para jugar con éxito en el área contraria.
Tiene también los méritos de haber campeonado con Universitario de Deportes y  jugado en la Copa Libertadores de América.
Jorge Cabanillas Cabrera, es el mejor futbolista huanuqueño que ha visto nuestra generación.












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