sábado, 10 de mayo de 2014

PRESENTACIÓN




Las crónicas integradas en este volumen  bajo el título de El deporte  que vivimos  son una expresión de vida, es el relato de hechos relevantes del deporte huanuqueño que nos tocó vivir  y   de aquellos  cuyo conocimiento ha sido  recogido de los actores o aficionados mayores, así como de periódicos y revistas huanuqueñas y nacionales. 
Sé perfectamente que no todos los sucesos deportivos importantes están presentes en este contenido, de la misma manera   estoy seguro que los que ahí aparecen tienen significación deportiva y social, al haber conmocionado en su momento al pueblo de Huánuco, alcanzando trascendencia hasta el presente.
Estas crónicas constituyen  solamente una parte del total  que conservo en archivos, las mismas que por razones de carácter editorial no es posible publicarlas  en un solo volumen,  por lo cual me he visto precisado a  realizar una  selección tomando en consideración la significación social de su contenido.  Ellas  guardan independencia temática  pero están ordenadas cronológicamente,  brindándonos una visión integral del deporte huanuqueño a través del tiempo.
Comprenden desde la primera década del siglo XX con los inicios de la práctica deportiva en Huánuco, del fútbol, voleibol y basquetbol, del nacimiento de las primeras instituciones y de las primeras competencias, así como de los procesos de institucionalización de las competencias deportivas hasta los significativos acontecimientos del presente como son  la obtención del subcampeonato de fútbol profesional por el León de Huánuco y su consecuente participación en la Copa Libertadores de América.
Dentro de ellas aparece el nacimiento de clubes como el Juan Bielovucic, Cultural Tarapacá y Leoncio Prado, los decanos del deporte huanuqueño, también del Alianza Huánuco, Santa Rosa, León de Huánuco, Crespo Castillo,  y se registran acontecimientos deportivos como la gloriosa campaña de la selección de fútbol que participó en el Campeonato Nacional de 1936, la rutilante trayectoria del legendario automovilista Juan Perrys Álvarez, las espectaculares performances del Club Sporting Tabaco la década de los cuarentas, la destacada actuación del equipo femenino de basquetbol del Club León de Huánuco en 1954 en Lima, la participación del León de Huánuco en la Copa Perú y su ingreso a la profesional, la notable actuación de Guido Ronquillo Cornelio en el Concurso Nacional de Tiro Gildemeister, los triunfos de los ciclistas Pablo Cajas y Vicente Pérez, el título de Campeón Nacional de Voleibol Interbarrios obtenido por Huánuco en 1966., los campeonatos regionales del Sport Sherekhan el título nacional de bochas logrado  por Lucho Sara, entre muchos otros logros felices de nuestro deporte.
Asimismo aparecen destacados exponentes de los diferentes deportes practicados en Huánuco a través de los tiempos  como Samuel Ratto, Amacho Dávila, Shanti Lazo, Walter Pérez,  Julio Jump, Rubén Caldas,  Jorge Cabanillas, Lucho Sobero ,Ledda Ponce,  Zurdo Ordóñez, Elena Pérez, Pancho Robles,  Bertha Fano, Javier Fano, Rosa Flores, Fernando Velit, Carlos Chávez, Edgardo Ramírez, Pitin Sandoval, Mañuco Espinoza, Jaime Torres, el Gato Chacón,  entre los muchos que dieron renombre a nuestra tierra.
Quienes asumimos la tarea periodística deportiva lo hicimos fundamentalmente llevados por nuestra afición al deporte y naturalmente, por nuestra vocación de comunicadores sociales. En el ejercicio sincrético de esta actividad nos fuimos nutriendo de conocimientos e informaciones que fueron a constituir el soporte de nuestro ejercicio, a la vez que proveyéndonos de importantes aspectos teóricos y técnicos relacionados con la acción comunicacional.
El deporte llego a mí vestido de fútbol, en forma de juego infantil, posiblemente antes que brotara en mí la luz de la razón y tal vez mucho antes de que mi madre me regalara una pelota de jebe, con la cual correr en el patio de mi casa en La Esperanza.
Después jugaría con mis primeros amigos, los chicos de la Escuela 4092 en el patio grande o en la carretera, que esa vez corría generosa por el pueblo con destino a Pucallpa. Pasábamos tiempo interminable con el “Pargasho”, “Picacho” Morales, Mercurio Noblejas, Pedro, Cesar, Augusto y  Goyo Chocano,  Lucho Alomía, cuidándonos de rato en rato de los carros que estaban en la ruta.
Así, fue convirtiéndose en un elemento de socialización, hasta que un día fui a Huánuco cuando por  radio trasmitían un partido de fútbol, jugaba la “U” con el Alianza, fue esa tarde en la que Lolo marco tres goles y  me hice hincha de los cremas.
A los dos días, cuando recién llegaban los periódicos , vi la figura del cañonero rematando al arco y batiendo a Paredes, luego en  los brazos de sus compañeros con el gesto de emoción y en hombros del publico diciendo adiós con humildad, recibiendo y agradeciendo los aplausos, no pidiéndolos, a pesar de lo mucho que había dado.
Luego, días después fuimos al estadio. Era agosto de 1953, se jugaba el Campeonato del Centenario del nacimiento de Leoncio Prado, se estaban enfrentando las selecciones de Huánuco y Tingo María.  Lo primero que vi fue un tiro de penal. Ingresé cuando el público que colmaba el Estadio “Leoncio Prado”, coreaba: - ¡Que lo tire Zurdo! – ¡Que lo tire Walter!.
Fue Walter, a quien aún no conocía,  quien se puso frente a la pelota para convertir la ejecución en gol. Años después con el Cholo Walter haríamos una gran amistad.
Luego, dejar La Esperanza, los libros de la naturaleza, esos de páginas verdes iluminadas con rayos de sol. Ahí no se necesita preguntar por los colores del arco iris, porque aquel que creció bajo ese cielo jamás pensara en claroscuro.
En la ciudad fui al “San Luis Gonzaga”, tenía dos patios grandes, donde podíamos jugar pelota, ella siguió en nuestra ruta de vida por el Centro Escolar “Hermilio Valdizán” hasta llegar al claustro leonciopradino,  mientras que en nuestro barrio de Huallayco nos organizamos primero en el Club Rodillo Negro y luego en el Defensor Huallayco.
Mis cuadernos: el curso en las primeras páginas. Las restantes: los resultados del campeonato profesional, los de la Liga, la lista del equipo del salón, el fixture del intersecciones.  Había sido elegido Delegado del Primero “A”, nuestro Auxiliar era el Zurdo Ordóñez.
 Gustaba de escribir comentarios sobre el campeonato interno, uno de esos fue visto por el profesor Augusto Shiggio, lo leyó y me dio la responsabilidad de hacerlo todas las semanas para ser publicado en el periódico mural.
Discurrí con mis primeras notas en los eventuales medios de prensa que surgieron en nuestra ciudad, como Semana y  Pillco, donde escribía con el seudónimo de El Hincha. Luego, allá por el año 1964 cuando surge “Antorcha Deportiva” bajo la dirección de Pepe Reyes Céspedes, en Radio “Ondas del Huallaga”, teniendo la compañía de Roque Visag, Alfredo Omonte y Hamilton Zevallos, formaría parte de este plantel  por breve tiempo.
“Antorcha Deportiva” dejó Radio “Ondas del Huallaga” y con Jando Amayo, Lucio Pastrana, Eugenio Pastrana y Eduardo Figueroa, alentados por el entusiasmo de Róger Rondón constituimos “Ecos del Deporte” en 1967, que se irradió por esta misma emisora.
Posteriormente, pero en el mismo año, se integraron Walter Pérez, Dimas Garay, Carlos Andrade y Oscar Beteta. Con el paso de los años se incorporaron  Roque Visag y José Marín, Luis La Rosa Higa, también  fugazmente Alberto Vélez de Villa Figueroa.
Nosotros dejamos el éter tras haber cumplido más de veinte años en el hermoso trajinar periodístico deportivo, donde acumulamos experiencias, pero por sobre todo grandes emociones, que no tienen por qué quedarse en el tintero sino que deben llegar a ustedes, a quienes les entrego como un testimonio de gratitud y de homenaje, que alcanza también a quienes fueron los actores.
El deporte y el periodismo crecieron en mí desde mi primera infancia. Por eso considero que este trabajo  es la síntesis  de mi quehacer periodístico deportivo, tarea que compartí con mis colegas periodistas, dirigentes y deportistas, fundamentalmente con los aficionados con quienes estuvimos en permanente comunicación y que quiero prolongar a través de esta entrega.
Sé que no todo lo que me dio el deporte en vivencias está reproducido. También soy consciente que el pueblo y los deportistas merecen mucho más,  queda aún material en archivo para una nueva publicación y muchas cosas en el tintero,  teniendo conciencia que Huánuco, el periodismo, el deporte y  la afición tienen una  importancia especial  en mi vida.
A ustedes les pertenece.










































1 comentario:

  1. Muchas gracias Edmundo, por darnos a conocer un poco sobre la historia del deporte en nuestro querido Huánuco.

    ResponderEliminar